La enfermedad por reflujo laringofaríngeo (ERLF) es una condición inflamatoria causada por la regurgitación del contenido gastroduodenal hacia la faringe, afectando la mucosa faríngea y laríngea. Aunque sus síntomas son variados y a menudo inespecíficos, el ERLF sigue siendo un problema relevante en la medicina moderna debido a su prevalencia y su asociación con otras enfermedades respiratorias.
El contenido gástrico que llega a la faringe y la laringe incluye ácido, pepsina, bilis y otras sustancias que pueden dañar la mucosa sensible de estas áreas, causando síntomas como ronquera, tos crónica, dolor de garganta y sensación de obstrucción. Esta enfermedad puede tener un impacto considerable en la calidad de vida de los pacientes, afectando su bienestar físico y emocional.
El ERLF se ha relacionado estrechamente con la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), siendo considerado por algunos como una manifestación extraesofágica de esta condición. Sin embargo, otorrinolaringólogos defienden que se trata de un trastorno independiente, ya que su fisiopatología implica diferentes mecanismos que van desde el daño directo de la mucosa por el ácido gástrico, hasta la estimulación del nervio vago, lo que genera reflejos que afectan la laringe.
El diagnóstico del ERLF sigue siendo un desafío, debido a que los métodos disponibles, como el monitoreo de pH de 24 horas o la fibrolaringoscopia, no siempre son concluyentes. Además, debido a la variabilidad de los síntomas, el tratamiento se inicia con frecuencia de manera empírica, sin una confirmación diagnóstica sólida.
El ERLF no solo afecta la faringe y la laringe, sino que también se asocia con otras enfermedades respiratorias, como sinusitis crónica, otitis media, asma y apnea del sueño. Los estudios han demostrado que el reflujo gástrico puede dañar la mucosa de las vías respiratorias superiores, causando inflamación y facilitando la aparición de infecciones secundarias.
La sinusitis crónica recurrente (SCR), por ejemplo, está asociada con el ERLF debido a la irritación de la mucosa nasal por el ácido y la pepsina. De manera similar, el reflujo laríngeo ha sido identificado como un factor de riesgo para el desarrollo de pólipos en las cuerdas vocales, aunque los mecanismos exactos que los relacionan aún están en estudio.
El tratamiento del ERLF generalmente incluye inhibidores de la bomba de protones (IBP), que reducen la producción de ácido gástrico. Sin embargo, en algunos pacientes, este tratamiento no es suficiente, lo que sugiere la necesidad de una aproximación más integral. Se han explorado otros tratamientos como la intervención quirúrgica y cambios en el estilo de vida, incluyendo modificaciones dietéticas y posturales.
Es fundamental un diagnóstico temprano para evitar complicaciones como la formación de pólipos o granulomas laríngeos, y en casos más graves, para prevenir el cáncer de laringe.
El ERLF es una enfermedad compleja y multifacética que no solo afecta la calidad de vida de los pacientes, sino que también está relacionada con otras afecciones respiratorias. A pesar de los avances en su estudio, siguen existiendo limitaciones en cuanto a su diagnóstico y manejo, lo que subraya la importancia de la investigación continua para mejorar los resultados clínicos y el bienestar de los pacientes.