4 puntos claves del consumo de aceite de oliva extra virgen para la salud cardiovascular

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El consumo habitual se vincula con la prevención de enfermedades cardíacas y la mejora de distintos indicadores de salud cardiovascular.

Tras revisar 26 artículos en la revisión y meta-análisis de estudios epidemiológicos y ensayos clínicos, un grupo de investigadores indicó que estos tienen material que demuestra que la dieta mediterránea tradicional tiene efectos cardioprotectores significativos.

En este caso, el aceite de oliva extra virgen (AOVE), que no solo es un ingrediente clave en la cocina mediterránea, sino que también ha sido objeto de numerosos estudios científicos debido a sus múltiples beneficios para la salud cardiovascular. Su consumo regular se asocia con la prevención de enfermedades cardíacas y la mejora de diversos parámetros relacionados con el bienestar cardiovascular.

Entre sus componentes clave se destacan el alto consumo de aceite de oliva extra virgen (AOVE), vegetales, pescado y una ingesta moderada de vino tinto, los cuales ofrecen beneficios comprobados para la salud cardiovascular. Estos elementos juegan un papel crucial en la prevención de enfermedades cardiovasculares (ECV), tanto en términos de mejora de los parámetros de riesgo cardiovascular como en la reducción de la inflamación sistémica.

Uno de los componentes más destacados de la dieta mediterránea es el AOVE, que es especialmente rico en ácidos grasos monoinsaturados (AGM). Estos ácidos grasos han demostrado ser efectivos en la prevención y manejo de las ECV, debido a su capacidad para modular el colesterol LDL, mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la inflamación.

Además de los AGM, el AOVE es una fuente rica en polifenoles, compuestos antioxidantes que han demostrado propiedades cardioprotectoras al reducir la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), un factor clave en la aterosclerosis y el riesgo cardiovascular.

Entre los polifenoles del AOVE, destacan el hidroxitirosol y la oleuropeína, los cuales poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, fundamentales para mitigar el estrés oxidativo y la inflamación, dos mecanismos patogénicos involucrados en las ECV.

En estudios preclínicos y clínicos, se ha demostrado que estos polifenoles modulan positivamente los niveles de colesterol, la presión arterial, la homocisteína y la adhesión de las células endoteliales, factores que afectan directamente la salud cardiovascular. Además, la interacción entre los polifenoles del AOVE y la microbiota intestinal sugiere un beneficio adicional en la modulación del metabolismo energético y la respuesta inmunitaria, lo que refuerza la idea de que el AOVE no solo es cardioprotector, sino que también favorece la salud metabólica.

Estos son los puntos claves en los que el consumo de aceite de oliva extra virgen aporta a la salud cardiovascular. 

1-. Protección Celular contra el Estrés Oxidativo

El AOVE es una fuente rica en antioxidantes, como el hidroxitirosol y la oleuropeína, que combaten el estrés oxidativo, un factor clave en el envejecimiento celular y las enfermedades crónicas. Estos compuestos ayudan a reducir los niveles de malondialdehído y colesterol LDL oxidado, lo que contribuye a la protección de las arterias.

2-. Propiedades Antiinflamatorias para Prevenir Enfermedades

La inflamación crónica es un factor de riesgo para muchas enfermedades cardiovasculares. Los polifenoles del AOVE poseen propiedades antiinflamatorias que disminuyen la proteína C reactiva, un marcador importante de inflamación. Esta acción contribuye a la prevención de trastornos inflamatorios y patologías relacionadas con el sistema cardiovascular.

3-. Regulación de la Presión Arterial

La inclusión de AOVE en la dieta se ha asociado con mejoras en la regulación de la presión arterial. Aunque los efectos pueden variar según el individuo, los estudios sugieren que su consumo puede ser beneficioso, especialmente cuando se combina con un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada.

4-. Mejora del Perfil Lipídico

El AOVE también impacta de manera positiva en el perfil lipídico, favoreciendo el aumento del colesterol HDL (colesterol «bueno») y reduciendo el colesterol LDL (colesterol «malo»). Estos efectos contribuyen a la prevención de la acumulación de placa en las arterias, mejorando la salud cardiovascular general.

Para concluir, los investigadores enfatizaron en que incorporar el aceite de oliva extra virgen de manera regular en la dieta es una estrategia respaldada por la evidencia científica para promover la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

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