Mielopatía cervical: reconocerla a tiempo puede evitar una discapacidad irreversible

original web (49)
Ricardo J. Fernández-de Thomas, MD Neurocirujano Subespecialidad en Cirugía Compleja de Columna Vertebral, Mínimamente Invasiva, Robótica y Deformidad

Autor: Ricardo J. Fernández-de Thomas, MD Neurocirujano Subespecialidad en Cirugía Compleja de Columna Vertebral, Mínimamente Invasiva, Robótica y Deformidad 

La mielopatía cervical es una condición neurológica progresiva causada por compresión de la médula espinal a nivel del cuello. Aunque puede desarrollarse lentamente, sus consecuencias pueden ser devastadoras si no se identifica y trata a tiempo. Esta enfermedad representa una de las causas más comunes de disfunción medular en adultos mayores, especialmente a partir de los 50 años. 

Los síntomas suelen comenzar de forma insidiosa. Los pacientes pueden notar torpeza en las manos, debilidad para agarrar objetos, alteraciones en la escritura, desequilibrio al caminar o caídas frecuentes. También es común la sensación de rigidez en piernas, espasmos musculares o urgencia urinaria. En etapas avanzadas, puede progresar a parálisis o pérdida del control esfinteriano. 

Las causas más comunes incluyen cambios degenerativos como la espondilosis cervical, hernias discales, hipertrofia de ligamentos, y osificación del ligamento longitudinal posterior. En algunos casos, condiciones congénitas o enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide también pueden ser responsables. 

El diagnóstico se basa en la evaluación clínica, correlacionada con estudios de imágenes. La resonancia magnética (MRI) es el estándar para visualizar la médula espinal y detectar compresiones, señal intramedular o atrofia. Estudios neurofisiológicos y radiografías dinámicas pueden aportar información adicional. 

El tratamiento depende de la severidad. En casos leves, un manejo conservador con fisioterapia y observación puede ser razonable. Sin embargo, en pacientes con progresión de síntomas o hallazgos neurológicos significativos, la cirugía suele ser necesaria. Existen múltiples abordajes quirúrgicos, incluyendo procedimientos anteriores o posteriores, enfocados en descomprimir la médula y estabilizar la columna. 

Desde la experiencia quirúrgica, el Dr. Ricardo J. Fernández-de Thomas destaca que un examen físico neurológico detallado y comprensivo es fundamental. “El diagnóstico temprano comienza con la sospecha clínica. Detectar hiperreflexia, clonus, signo de Hoffmann o alteraciones en la marcha puede ser clave para identificar mielopatía antes de que cause daño irreversible”, indica el especialista. 

Reconocer la mielopatía cervical es fundamental. Muchos pacientes ven a múltiples especialistas antes de recibir un diagnóstico preciso. La detección temprana permite preservar la función neurológica, mejorar la calidad de vida y prevenir discapacidades permanentes. 

Últimos artículos