El mielomeningocele es una de las malformaciones congénitas más complejas del sistema nervioso central, caracterizada por la protrusión de la médula espinal y sus meninges a través de un defecto en la columna vertebral. Su ruptura durante el parto puede tener consecuencias graves, incluyendo infección, pérdida de líquido cefalorraquídeo y daño neurológico permanente. Tradicionalmente, la cesárea ha sido el método de elección para reducir estos riesgos, aunque la evidencia reciente ha cuestionado su beneficio frente al parto vaginal.
En ese contexto, un grupo de especialistas reportó un caso clínico que podría abrir nuevas posibilidades en la atención de estos pacientes: el drenaje de un mielomeningocele (MMC) guiado por ecografía en el momento de la cesárea. Esta intervención permitió reducir el tamaño del defecto antes del nacimiento y prevenir su ruptura, facilitando además un cierre quirúrgico exitoso tras el parto.
El procedimiento fue realizado en una mujer de 38 años con diagnóstico prenatal de mielomeningocele lumbosacro. Durante el seguimiento, los especialistas observaron un crecimiento significativo del saco, que alcanzó más de 10 cm hacia la semana 35 de gestación. Dado el alto riesgo de ruptura, el equipo decidió realizar una descompresión con aguja ecoguiada antes de extraer al bebé.
Bajo anestesia regional y con control ecográfico, se insertó una aguja fina a través del útero y se aspiraron cerca de 280 cc de líquido del saco del mielomeningocele, logrando su descompresión. Posteriormente, se completó la cesárea sin complicaciones y el neonato nació sin signos de rotura del defecto ni pérdida de líquido cefalorraquídeo.
El recién nacido fue intervenido quirúrgicamente dentro de las primeras 24 horas, logrando un cierre adecuado gracias a la preservación de piel sana alrededor del defecto. Aunque presentó una pequeña dehiscencia de la herida días después, la evolución fue favorable y sin complicaciones neurológicas mayores.
Los autores señalan que esta técnica podría representar una alternativa útil en casos seleccionados de mielomeningocele de gran tamaño o con alto riesgo de ruptura, ya que permitiría reducir la morbilidad tanto del neonato como de la madre al evitar incisiones uterinas verticales más invasivas.
Si bien se trata de un solo caso, el informe abre la puerta a considerar el drenaje ecoguiado como un procedimiento complementario en contextos donde el riesgo de ruptura del mielomeningocele es particularmente alto. Los especialistas destacan la importancia de un enfoque multidisciplinario entre obstetras, neurocirujanos y especialistas en medicina materno-fetal para optimizar los resultados.
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