Según un informe de la ONU, cada 3 canciones promedio o una ducha rápida, una mujer ya ha sido víctima de feminicidio en el mundo. Esto deja ver la cruda realidad de muchas mujeres en el mundo.
Vamos por el principio, ¿qué es un feminicidio y por qué es diferente a un homicidio? El primer término corresponde a la muerte violenta por razones de género, ya sea en un espacio privado o público; tiene que ver con la misoginia, la discriminación y la violencia de género. Por otro lado, el homicidio está asociado a quitarle la vida a una persona pero esto no corresponde a razones de género.
El informe de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), publicado en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, expone un oscuro panorama de la magnitud del feminicidio en el mundo. Solo en 2023, se estima que 140 mujeres y niñas fueron asesinadas diariamente en su ámbito familiar.
“La epidemia de violencia contra las mujeres y las niñas es una vergüenza para la humanidad”, mencionó el Secretario General António Guterres. “El mundo debe atender este llamado. Necesitamos acciones urgentes en favor de la justicia y la rendición de cuentas, y apoyo para la promoción de la causa”.
Si bien las cifras muestran una representación escalofriante de la realidad de muchas mujeres y niñas, es necesario reconocer que, lo más probable, es que estas cifras son insuficientes, pues en muchos casos no se denuncian por miedo o amenazas y tampoco se clasifican incorrectamente, lo que dificulta comprender plenamente la verdadera magnitud del problema.
Las raíces del feminicidio
Lo primero es entender que las causas del feminicidio pueden ser multifacéticas. En muchos debates se menciona a la misoginia como uno de los puntos clave. También, está asociada la desigualdad de género, las normas sociales, problemas estructurales e ideas patriarcales que perpetúan todos los tipos de violencia contra la mujer.
En la mayoría de casos, quienes cometen este delito son la pareja o ex pareja de la víctima. Cabe resaltar que, en muchos casos, se presentan amenazas o intimidación, maltrato repetido en el hogar, violencia sexual o económica hacia la mujer.
- Violencia de pareja: Un número considerable de feminicidios es llevado a cabo por parejas íntimas. Este tipo de violencia tiende a aumentar con el tiempo, iniciando con abuso y control emocional y culminando en agresiones físicas y sexuales.
- Crímenes de honor: En ciertas culturas, las mujeres son asesinadas por miembros de su familia, frecuentemente hombres, para salvaguardar el honor familiar, especialmente si se considera que han causado vergüenza mediante acciones como rechazar un matrimonio arreglado o mantener relaciones sexuales antes del matrimonio.
- El feminicidio como táctica de guerra: En áreas de conflicto, las mujeres frecuentemente son blanco de violencia sexual y asesinatos como parte de estrategias bélicas. Esta violencia se utiliza para humillar, infundir miedo y desplazar a las comunidades.
- Discriminación por género: La discriminación hacia las mujeres en aspectos como la educación, el empleo y la atención sanitaria puede restringir sus oportunidades y perpetuar su vulnerabilidad frente a la violencia.
Impacto del feminicidio
El feminicidio es un acto de violencia extrema que trasciende la pérdida individual de una vida. Sus repercusiones se extienden a lo largo de generaciones, dejando cicatrices profundas en las familias, las comunidades y la sociedad en general. Quienes sobreviven a estos ataques a menudo cargan con el peso de traumas físicos y emocionales que marcan sus vidas.
Además, el dolor y la pérdida sufridos por los seres queridos de las víctimas generan un profundo vacío en sus entornos. Más allá del ámbito personal, el feminicidio socava los cimientos de una sociedad sana, debilitando los lazos comunitarios y obstaculizando el desarrollo económico al privar a las comunidades de mujeres que aportan de manera invaluable.
