Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte en Estados Unidos y a nivel mundial. Por ello, hoy traemos una serie de recomendaciones e intervenciones en el estilo de vida que pueden reducir significativamente este riesgo.
1. Dejar de fumar
Abandonar el tabaco es una de las formas más efectivas de disminuir el riesgo cardiovascular. Proveer a los pacientes con recursos y apoyo para dejar de fumar puede generar mejoras sustanciales en su salud cardíaca.
2. Mantenerse activo
Realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso ayuda a controlar la presión arterial, mejorar los niveles de colesterol y reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
3. Seguir una dieta saludable para el corazón
Consumir frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables, evitando las grasas saturadas, trans, el sodio y los azúcares añadidos, es clave para mantener el corazón sano.
4. Controlar el peso
Lograr y mantener un peso saludable mediante una alimentación balanceada y actividad física regular reduce considerablemente el riesgo de enfermedades cardíacas.
5. Monitorear la presión arterial y el colesterol
Vigilar estos parámetros y seguir el tratamiento médico indicado es crucial para prevenir complicaciones cardiovasculares.
Adoptar y reforzar estos hábitos en la atención clínica diaria permite empoderar a los pacientes para que tomen medidas proactivas en su salud cardiovascular. Estas modificaciones en el estilo de vida son la piedra angular en la prevención y tratamiento de las enfermedades del corazón.