La temporada navideña es sinónimo de celebración, alegría y reuniones familiares, pero para muchos, las compras pueden ser una fuente significativa de estrés. Las calles abarrotadas, el tráfico caótico, las colas interminables y la presión por encontrar el regalo perfecto pueden convertir la Navidad en una pesadilla, afectando tanto la salud física como mental.
Según Elena Daprá, psicóloga sanitaria y vocal de sección en el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, “el estrés de las compras navideñas puede tener un impacto significativo en la salud, tanto física como mental”, dijo “La presión de encontrar regalos, manejar las multitudes, administrar las finanzas y cumplir con las expectativas sociales puede llevar a una variedad de efectos negativos”.
Impacto del estrés en la salud
1. Efectos físicos
El estrés que acompaña a las compras navideñas no solo se siente emocionalmente, sino que también tiene consecuencias físicas:
- Aumento de cortisol: El estrés eleva los niveles de cortisol, la hormona relacionada con la respuesta al estrés. Esto puede causar fatiga, tensión muscular y dolores de cabeza.
- Presión arterial alta: La ansiedad y el ajetreo de las compras pueden elevar la presión arterial, un riesgo especialmente para aquellas personas que ya padecen problemas cardiovasculares.
- Insomnio: La constante preocupación por las compras y el exceso de actividad pueden dificultar el sueño, lo que genera cansancio y falta de energía.
- Sistema inmunológico debilitado: El estrés prolongado puede afectar las defensas del organismo, lo que aumenta la vulnerabilidad a resfriados y otras infecciones.
2. Impactos emocionales y mentales
El impacto psicológico del estrés navideño es significativo y puede generar diversas complicaciones emocionales:
- Ansiedad y depresión: La presión por cumplir con las expectativas de los demás puede generar ansiedad, frustración y sentimientos de insuficiencia.
- Irritabilidad: La fatiga física y la sobreestimulación (como el ruido y las multitudes) pueden aumentar la irritabilidad.
- Agotamiento mental: La planificación constante y la toma de decisiones pueden agotar la mente, afectando la concentración y la claridad mental.
3. Comportamientos poco saludables
El estrés puede inducir a comportamientos que, a largo plazo, empeoran el bienestar general:
- Mala alimentación: El estrés puede llevar a consumir comida rápida, azúcares y cafeína en exceso, lo que afecta la salud física.
- Consumo de alcohol: Algunas personas recurren al alcohol como mecanismo de escape, lo que puede agravar los efectos del estrés.
- Sedentarismo: Las largas jornadas de compras o las tareas relacionadas con los preparativos navideños pueden reducir el tiempo destinado al ejercicio físico.
4. Impacto en las relaciones interpersonales
La presión y el agotamiento pueden generar tensiones dentro de la familia y con amigos, especialmente cuando las expectativas no se cumplen. Es común que surjan conflictos debido a la ansiedad, lo que puede empañar la esencia de la Navidad.
Recomendaciones para mitigar el estrés navideño
La psicóloga Daprá ofrece varios consejos prácticos para mantener la calma durante esta época y evitar que el estrés arruine las celebraciones:
- Planificar con anticipación: Hacer listas y establecer un presupuesto ayuda a reducir la presión de las compras y a evitar gastos innecesarios.
- Tomar descansos: Evitar jornadas largas de compras. Si las compras te resultan abrumadoras, es importante limitar el tiempo que dedicas a ellas.
- Priorizar el bienestar: Dormir lo suficiente, comer de manera equilibrada y hacer ejercicio son esenciales para mantener el cuerpo y la mente saludables.
- Delegar tareas: Compartir las responsabilidades con otros miembros de la familia puede reducir la carga de trabajo.
- Enfocarse en lo importante: Recordar que el verdadero espíritu navideño no se basa en los regalos materiales, sino en la convivencia y el afecto compartido.
Consejos prácticos para realizar las compras sin estrés
Si el proceso de compras te resulta agobiante, hay varias estrategias que pueden ayudarte como, dar regalos prácticos, presupuesto controlado y recuerda que lo más importante no es el precio, sino la intención y el amor que se pone en ellos.