La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos aprobó la primera inyección preventiva contra el VIH que se administra solo dos veces al año, un avance que promete transformar la lucha global contra este virus.
El medicamento, llamado lenacapavir, fue desarrollado por la farmacéutica Gilead Sciences y se comercializará bajo el nombre Yeztugo para su uso preventivo. “Esto realmente tiene la posibilidad de acabar con la transmisión del VIH”, afirmó Greg Millett, director de políticas públicas de amfAR, la Fundación para la Investigación del SIDA.
Aunque aún no existe una vacuna contra el VIH, lenacapavir se perfila como una de las opciones más eficaces para evitar nuevas infecciones. En dos ensayos clínicos de gran escala, el medicamento mostró una eficacia notable en personas de alto riesgo, superando incluso a las tradicionales pastillas diarias de PrEP (profilaxis preexposición), cuya adherencia puede verse comprometida por el olvido o el estigma.
Lenacapavir se administra mediante dos inyecciones subcutáneas que liberan lentamente el medicamento en el cuerpo, ofreciendo protección durante seis meses. Este largo período de cobertura representa una alternativa especialmente atractiva para quienes enfrentan barreras logísticas o sociales para acceder a tratamientos más frecuentes.
Uno de los estudios más contundentes se realizó en Sudáfrica y Uganda con más de 5,300 mujeres jóvenes y adolescentes sexualmente activas. No se registraron infecciones por VIH entre las que recibieron lenacapavir, mientras que alrededor del 2 % de quienes tomaron las pastillas diarias contrajeron el virus.
Un segundo ensayo validó su eficacia en hombres homosexuales y personas de género no conforme en EE. UU. y otros países duramente afectados por el VIH. Sin embargo, el acceso a esta nueva tecnología plantea desafíos. Aunque Gilead ya comercializa lenacapavir para el tratamiento del VIH bajo la marca Sunlenca, aún no ha anunciado el precio de Yeztugo ni los planes de distribución global.
En la actualidad, más de 30,000 personas se infectan con VIH cada año en Estados Unidos y cerca de 1,3 millones en todo el mundo. A pesar de los esfuerzos para erradicar la pandemia para 2030, el progreso se ha estancado. Solo unos 400,000 estadounidenses usan alguna forma de PrEP, una cifra muy por debajo del número de personas que podrían beneficiarse.
“Todas las personas en riesgo de contraer VIH en cualquier país necesitan acceso a la PrEP”, sostuvo el Dr. Gordon Crofoot, quien dirigió parte del estudio en Houston. “Necesitamos facilitar el acceso a una PrEP tan eficaz como esta”.
La esperanza ahora está puesta en que Yeztugo no solo sea aprobado en otros países, sino también accesible a quienes más lo necesitan, especialmente mujeres, poblaciones jóvenes y comunidades históricamente marginadas.
Fuente consultada: AQUÍ