Investigadores crean método para ultradetectar mieloma múltiple residual en sangre sin necesidad de punciones

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El mieloma múltiple puede debilitar tanto los huesos que, en algunos casos, los pacientes sufren fracturas espontáneas sin haber sufrido ningún golpe.

El mieloma múltiple es un tipo de cáncer que se origina en las células plasmáticas, un tipo de glóbulo blanco presente en la médula ósea. Aunque los tratamientos han avanzado notablemente en los últimos años, uno de los retos clínicos más importantes sigue siendo la detección precoz de la enfermedad residual mínima (ERM), es decir, las células tumorales que sobreviven al tratamiento y pueden provocar una recaída.

Ahora, un equipo de investigadores españoles ha dado un paso significativo para superar esta barrera. El grupo, liderado por el Dr. Bruno Paiva en el Cima Universidad de Navarra y parte del CIBERONC y el Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, ha desarrollado una técnica llamada BloodFlow, capaz de detectar una sola célula tumoral en 10 millones de células normales circulantes en sangre periférica. Este logro representa un avance que podría transformar el seguimiento clínico de pacientes con mieloma múltiple y, potencialmente, de otras enfermedades hematológicas.

¿Qué es la enfermedad residual mínima (ERM) y por qué es tan importante detectarla?

Cuando un paciente con mieloma múltiple responde bien al tratamiento, los métodos tradicionales pueden no detectar células cancerosas residuales. Sin embargo, estas células pueden permanecer “escondidas” en la médula ósea o incluso en la sangre, y ser responsables de futuras recaídas.

Actualmente, para evaluar la ERM se utilizan pruebas invasivas como la punción de médula ósea, que pueden resultar dolorosas, costosas y difíciles de repetir con frecuencia. Aquí es donde BloodFlow cobra importancia: es un método no invasivo, más cómodo y seguro, y con una sensibilidad sin precedentes.

¿Cómo funciona BloodFlow?

El procedimiento combina dos tecnologías:

  1. Enriquecimiento inmunomagnético: una técnica que permite “pescar” las escasas células plasmáticas (normales y tumorales) que circulan en la sangre usando imanes y anticuerpos específicos.
  2. Citometría de flujo de nueva generación: una tecnología capaz de analizar decenas de miles de células por segundo y clasificarlas según múltiples marcadores. Esta permite diferenciar con alta precisión las células plasmáticas normales de las tumorales.

Gracias a esta combinación, los investigadores pueden identificar incluso una única célula tumoral entre 10 millones de células normales en una muestra de sangre. Esta sensibilidad supera ampliamente los estándares actuales y tiene el potencial de reemplazar los análisis de médula ósea en muchas situaciones.

¿Qué implicaciones tiene para los pacientes?

El estudio analizó más de 300 muestras de pacientes del Grupo Español de Mieloma (GEM-PETHEMA). Los resultados fueron prometedores:

  • Se logró identificar a los pacientes con mayor riesgo de recaída simplemente analizando su sangre.
  • La información obtenida fue más dinámica y actualizada, permitiendo un seguimiento más cercano.
  • Los pacientes que presentaban ERM negativa (sin células tumorales detectables) mediante BloodFlow tenían una supervivencia libre de progresión mayor al 80% a cinco años.

Esto abre la puerta a una medicina más personalizada: en lugar de aplicar tratamientos agresivos a todos por igual, los médicos podrían decidir ajustar la terapia según la presencia o no de células tumorales residuales detectadas con BloodFlow.

¿Puede aplicarse en otros tipos de cáncer?

Sí. Aunque el estudio se centró en mieloma múltiple, el Dr. Paiva y su equipo ya están colaborando con centros de investigación en EE. UU. y Alemania para extender esta tecnología a otras enfermedades hematológicas como la leucemia mieloblástica aguda y diversos tipos de linfoma. Incluso se vislumbra la posibilidad de adaptarlo a tumores sólidos en el futuro.

Además, al tratarse de un análisis no invasivo, la frecuencia del monitoreo podría aumentar sin afectar la calidad de vida del paciente, permitiendo detectar recaídas mucho antes y actuar con rapidez.

Financiación y respaldo internacional

El proyecto ha contado con el respaldo del Instituto de Salud Carlos III, así como con el apoyo de organizaciones como la Fundación CRIS contra el Cáncer, la Asociación Española Contra el Cáncer y la Riney Family Foundation. La publicación del estudio en Blood, una de las revistas más prestigiosas del ámbito hematológico, avala su relevancia científica.

Hacia un futuro sin agujas para los pacientes de mieloma múltiple

BloodFlow representa una revolución silenciosa pero potente en la lucha contra el mieloma múltiple. No solo ofrece una herramienta de vigilancia más cómoda y precisa para el paciente, sino que también da a los médicos una visión más completa del estado real de la enfermedad. Si esta técnica se valida plenamente y se integra en la práctica clínica habitual, podríamos estar asistiendo al principio del fin de las biopsias de médula ósea como estándar para monitorear el mieloma.

Este tipo de innovación demuestra cómo la combinación de ciencia, tecnología y enfoque centrado en el paciente puede marcar una diferencia real en el tratamiento del cáncer.

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