Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Vanderbilt y el Programa Million Veteran concluyó que la nicotinamida, un compuesto ampliamente utilizado para reducir el riesgo de cáncer de piel, no aumenta significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares mayores (MACE, por sus siglas en inglés). El estudio, que evaluó a más de 13,000 pacientes, proporciona evidencia tranquilizadora sobre la seguridad cardiovascular de este tratamiento.
El estudio de cohorte retrospectivo analizó a 13.108 pacientes, con una edad promedio de 66,8 años, de los cuales el 91% eran hombres. De ellos, 5.291 pacientes estuvieron expuestos a la nicotinamida entre 1989 y 2024. El objetivo principal fue evaluar si este tratamiento incrementaba el riesgo de MACE, que incluye infartos, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones graves del corazón.
Los resultados mostraron que en la cohorte del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (VUMC), no hubo una diferencia significativa en el riesgo de MACE entre los pacientes expuestos a la nicotinamida y los que no lo estaban, ya sea que tuvieran o no antecedentes de MACE. De igual manera, en el análisis de la cohorte Million Veteran, no se encontró una asociación importante entre la exposición a la nicotinamida y los MACE en pacientes con o sin antecedentes de problemas cardiovasculares previos.
Sin embargo, los antecedentes de MACE fueron un factor de riesgo importante. Aquellos que ya habían sufrido eventos cardiovasculares tuvieron una probabilidad significativamente mayor de sufrir eventos adicionales, como se observó en ambas cohortes del estudio.
Aunque los investigadores señalaron que su estudio no tuvo suficiente poder para hacer conclusiones definitivas, los datos son tranquilizadores. “Nuestros resultados sugieren que la nicotinamida no parece conllevar mayores riesgos de MACE”, indicaron los autores del estudio, recomendando a los médicos que consideren estos hallazgos al prescribir este tratamiento, especialmente en pacientes con riesgo cardiovascular.
La nicotinamida no parece aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares graves, lo que refuerza su seguridad como opción terapéutica para la prevención del cáncer de piel, aunque se recomienda seguir evaluando su uso en poblaciones específicas con antecedentes de problemas cardíacos.
