La fibrilación atrial, también conocida como la arritmia cardíaca más común en el mundo, puede ser tratada efectivamente con medicamentos, estilos de vida saludables y en algunos casos procedimientos médicos.
Esta afección se caracteriza por provocar latidos irregulares en el corazón y puede llevar a otros problemas cardíacos que suelen poner en riesgo la vida, sin embargo, existen diferentes tratamientos que permiten restaurar el ritmo normal de nuestro órgano vital.
¿Cuál es el objetivo del tratamiento?
Lo primero que debes saber sobre los tratamientos para la fibrilación atrial es que su objetivo comienza por un diagnóstico adecuado realizado por un médico con el fin de confirmar la fibrilación atrial y descartar otras afecciones, según explica la Asociación Americana del Corazón.
Una vez confirmada la arritmia, también se puede indagar si existe otra enfermedad que esté generando los síntomas de fibrilación atrial, como por ejemplo condiciones de la tiroides como el hipertiroidismo.
Importancia del tratamiento para la fibrilación atrial
El tratamiento temprano de la fibrilación atrial puede tener beneficios significativos, incluida la restauración del ritmo cardíaco normal, la reducción de la frecuencia cardíaca elevada y la prevención de la formación de coágulos sanguíneos, lo que a su vez reduce el riesgo de accidente cerebrovascular.
Lo esencial es recuperar el ritmo del corazón y para eso existen algunos medicamentos que ayudan a prevenir la formación de coágulos de sangre, y otros fármacos que pueden reducir la frecuencia cardíaca.
Además de los tratamientos médicos, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre sugiere una serie de recomendaciones para lograr controlar la fibrilación atrial de forma exitosa.
Complementando el tratamiento para la fibrilación atrial
La clave está en adoptar hábitos saludables, mantener un peso saludable, seguir una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros, y limitar la ingesta de grasas saturadas y azúcares refinados, que no solo contribuyen a tener un corazón saludable sino en la salud general del cuerpo.
El ejercicio regular también es fundamental. La actividad física moderada, como caminar, nadar o andar en bicicleta, puede fortalecer el corazón, mejorar la circulación sanguínea y ayudar a controlar la presión arterial y el colesterol. Sin embargo, es importante hablar con tu médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios para asegurarte de que sea adecuado para ti.
La gestión del estrés es otro aspecto importante del cuidado del corazón. El estrés crónico puede desencadenar episodios de fibrilación atrial y empeorar los síntomas. Practicar técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud cardiovascular en general.
