Una bebé desarrolla virilización genital por exposición al gel de testosterona de su padre

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El BPA presente en plásticos puede actuar como un “estrógeno falso” y alterar el desarrollo hormonal de los bebés, los ftalatos usados para suavizar plásticos pueden reducir su producción de testosterona, y los parabenos en cremas o champús imitan hormonas femeninas que se absorben fácilmente por la piel infantil.

El contacto piel con piel entre padres e hijos—también conocido como kangaroo care o crianza canguro—es una práctica ampliamente recomendada para fomentar el vínculo afectivo, ayudar a regular la temperatura del recién nacido y promover el desarrollo neurológico temprano.

Pero, ¿qué sucede cuando ese contacto ocurre sin saberlo sobre una zona recientemente tratada con hormonas potentes? Un caso ocurrido en Suecia expone las inesperadas consecuencias: una niña de 10 meses desarrolló signos de virilización—como agrandamiento del clítoris y fusión parcial de los labios—luego de acostarse sobre el pecho desnudo de su padre, quien había aplicado previamente gel de testosterona terapéutico.

¿Qué pasó en este caso?

  • La niña empezó a mostrar rasgos genitales masculinizados después de repetidos abrazos con su padre, quien aplicaba gel de testosterona en el pecho.
  • Los médicos detectaron niveles elevados de testosterona en su sangre, confirmando la transferencia hormonal.
  • Al suspender el uso del gel y evitar contacto directo con la zona tratada, los genitales de la niña regresaron gradualmente a su forma normal.

La expresión “micropene” fue utilizada en medios sensacionalistas, pero es inexacta desde el punto de vista médico, ya que ese término se refiere a una malformación masculina congénita, no a una virilización adquirida en niñas.

Otros casos similares en la literatura médica

Estos eventos no son aislados. Diversos estudios reportan casos en los que niños desarrollaron signos de pubertad precoz o virilización por exposición indirecta a geles o cremas hormonales aplicados por adultos cercanos:

  • Un niño mostró crecimiento del pene con rapidez inusual que desapareció al eliminar la exposición al gel de testosterona usado por su abuelo.
  • Otros casos incluyen una niña y un niño que desarrollaron características sexuales accidentales tras contacto con geles hormonales paternos, y reversión tras cesar ese contacto.
  • Incluso se han documentado casos en los que se provocó pubertad precoz central por exposición prolongada a esteroides hormonales de uso parental.

Estas experiencias llevaron a la FDA a incluir advertencias en los envases de geles de testosterona, alertando sobre el riesgo de transmisión inadvertida a terceros, especialmente a niños.

Lecciones prácticas para familias y profesionales

Las siguientes medidas pueden prevenir daños a los niños por exposición involuntaria a hormonas transdérmicas:

  • Interrogar siempre sobre el uso de cremas o geles hormonales en cuidadores cuando existan signos inesperados en el desarrollo genital de un niño.
  • Detener o cambiar el lugar de aplicación si hay contacto directo con menores.
  • Lavarse bien las manos y enjuagar la zona tratada antes de aperturas físicas.
  • Cubrir la zona tratada con ropa una vez seca.
  • Realizar seguimiento clínico para asegurarse de que cualquier cambio se revierta y no haya consecuencias duraderas.

Un gesto tierno con consecuencias inesperadas

Este caso ilustra que un acto de cariño tan común como colocar a un bebé en el pecho de un adulto puede tener consecuencias médicas significativas si hay presencia inadvertida de hormonas potentes. El uso cuidadoso de terapias hormonales en entornos familiares es esencial para proteger la salud infantil.

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