«Se necesita más amor»: Dr. Torres revela la dura realidad de los envejecientes con demencia en Puerto Rico

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Dr. Jaime Torres Plata, psiquiatra de adultos y director de la Unidad Intensiva del hospital San Juan Capestrano. Foto: PHL -Marian Torres.

La creciente población de adultos mayores con condiciones de salud mental severas plantea retos significativos en la isla, y el Hospital San Juan Capestrano ha intensificado su labor para atender esta necesidad crítica. El Dr. Jaime Torres Plata, psiquiatra de adultos y director de la Unidad Intensiva del hospital, compartió en entrevista detalles sobre esta preocupante realidad y el rol fundamental que desempeñan en su institución.

«Mi rol principal es dirigir y manejar la unidad intensiva del hospital y ahí recibimos todo tipo de pacientes, típicamente con los cuadros clínicos más severos», explicó el Dr. Torres Plata. Sin embargo, en los últimos años, ha sido notable el aumento de pacientes de la tercera edad ingresando a la unidad, no siempre por condiciones tradicionales de salud mental, sino por cambios conductuales severos derivados de deterioro neurocognitivo.

Estos pacientes, muchas veces con enfermedades crónicas como la diabetes o hipertensión, desarrollan deterioro neurocognitivo, lo que puede llevar a diagnósticos de demencia o, incluso, a episodios de agresividad. «Cuando hay disturbios en la conducta, el paciente se puede poner agresivo», advirtió el psiquiatra. De hecho, recordó un caso reciente donde un paciente agredió a su pareja de toda la vida sin recordar posteriormente lo ocurrido.

Es importante resaltar que el State Data Center reveló recientemente que Ee Puerto Rico, para el 2025, se proyecta un envejecimiento poblacional acelerado, con una mayor proporción de personas mayores de 60 años. Se espera que la población disminuya a 3.2 millones, lo que contribuirá a un aumento de la edad mediana a 45.8 años. 

Torres Plata resaltó la importancia del manejo interdisciplinario de estas condiciones: «Debe ser un equipo donde esté el médico primario, el neurólogo, un psiquiatra o geropsiquiatra, y también apoyo psicológico para los cuidadores». Sin embargo, reconoció que en Puerto Rico existen múltiples retos para lograr esa atención integrada, desde la fragmentación de los sistemas de salud hasta la falta de acceso a plataformas digitales que faciliten la continuidad del tratamiento.

Otro factor que agrava la situación es la migración poblacional. Muchos adultos mayores quedan sin redes de apoyo cercanas, ya que sus familiares han emigrado. «Hay problemas de acceso a cuido, a supervisión, hasta a transportación para asistir a citas médicas», dijo el Dr. Torres Plata, subrayando que esto expone a los envejecientes a condiciones de mayor vulnerabilidad.

Dentro del Hospital San Juan Capestrano, el proceso no culmina con la estabilización médica. El equipo interdisciplinario realiza intervenciones con la familia para orientarlos sobre alternativas de cuidado como hogares sustitutos, programas diurnos o amas de llaves. Además, se coordina la continuidad de servicios de salud mental, incluyendo citas médicas y terapias de apoyo.

«Tratamos de alinear en pensamiento a la familia, de darles dirección porque muchas veces hay mucho temor y miedo de cómo enfrentar esto», expresó. «Se requiere educación, pero sobre todo, se requiere mucho amor», afirmó el doctor, destacando que las condiciones neurocognitivas y psiquiátricas son de manejo a largo plazo y que la dignidad del envejeciente debe ser una prioridad tanto legal como moral.

Finalmente, el Dr. Torres Plata hizo un llamado a la conciencia colectiva: «Es un deber devolver a quienes nos dieron la vida, asegurándoles un techo seguro, acceso a sus comidas básicas, aseo, compañía y una vejez digna».

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