Un hombre de 37 años con antecedentes de cirugía bariátrica y consumo crónico de alcohol presentó un cuadro clínico inusual que lo llevó a sufrir un paro cardíaco tras múltiples episodios de vómitos severos.
El caso, documentado por el Dr. Jérôme Dehon y su equipo de la Universidad Católica de Lovaina, ilustra una condición excepcionalmente rara: neumorachis espontáneo, es decir, la presencia de aire en el canal espinal sin antecedente de trauma o intervención médica reciente.
El paciente fue hallado desplomado en su casa después de un posible período de 48 horas. Poco después de la movilización inicial de los servicios de emergencia, sufrió un paro cardíaco súbito y recuperó la circulación espontánea tras dos minutos de maniobras de reanimación y la administración de epinefrina intravenosa.
Ya en el hospital, permaneció hipotenso, fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos (UCI) y recibió ventilación mecánica. Una tomografía computarizada reveló un hallazgo inesperado: gran cantidad de aire en el espacio epidural, extendiéndose desde la columna cervical hasta la torácica, además de un neumomediastino que rodeaba los grandes vasos, sin evidencia de neumotórax ni líquido libre.
Los familiares informaron que el paciente había sufrido vómitos intensos y repetidos en los días previos. Aunque inicialmente se sospechó una perforación esofágica, la endoscopia descartó lesiones graves. La evolución clínica mostró mejoría progresiva, con resolución completa del neumomediastino y del neumorachis en estudios posteriores.
El equipo médico consideró que la causa más probable fue un barotrauma alveolar secundario a los vómitos, que habría generado la disección de aire hacia el mediastino y el canal espinal.
Tras superar la fase crítica, el paciente presentó signos de encefalopatía de Wernicke, una complicación relacionada con déficit de tiamina en personas con antecedente de cirugía bariátrica y consumo de alcohol, que respondió favorablemente al tratamiento vitamínico.
“El neumorachis espontáneo es una entidad excepcionalmente rara. Este caso sirve como recordatorio de que, si bien el efecto Macklin ofrece un mecanismo plausible para la disección de aire en el espacio epidural, siempre deben descartarse activamente afecciones potencialmente mortales, como la rotura esofágica”, menciona el Dr. Dehon.
“Los sorprendentes hallazgos radiológicos inicialmente plantearon la preocupación de una patología potencialmente mortal; sin embargo, la evolución clínica resultó benigna con el tratamiento conservador”, concluyó el experto.
El caso pone de relieve la importancia de combinar los hallazgos radiológicos con el razonamiento clínico estructurado, evitando decisiones precipitadas frente a imágenes impactantes.
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