El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) anunció que eliminará oficialmente el timerosal, un conservante a base de mercurio, de todas las vacunas contra la gripe distribuidas en Estados Unidos, a pesar de que no existen pruebas científicas de que esta sustancia sea perjudicial.
La medida, adoptada por el secretario del HHS, Robert F. Kennedy Jr., se alinea con una recomendación emitida en junio por el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP), un panel del gobierno encargado de guiar las políticas de vacunación. Kennedy Jr., conocido por sus posturas críticas hacia las vacunas, había desmantelado y reestructurado dicho comité semanas antes, incorporando a nuevos miembros, entre ellos activistas antivacunas.
“Después de más de dos décadas de retraso, esta acción cumple una promesa largamente esperada de proteger a nuestras poblaciones más vulnerables de la exposición innecesaria al mercurio”, declaró Kennedy en un comunicado. También instó a las autoridades sanitarias de otros países a adoptar medidas similares.
Aunque hoy en día solo entre el 4 % y el 5 % del suministro de vacunas contra la gripe en EE. UU. contiene timerosal —incluyendo presentaciones multidosis de Sanofi (Fluzone) y dos inyecciones del laboratorio CSL Seqirus—, la decisión eliminará por completo esa opción. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el resto de las vacunas antigripales distribuidas la última temporada ya estaban libres de este componente.
El HHS indicó que los fabricantes han confirmado su capacidad para reemplazar los viales multidosis con versiones sin timerosal, asegurando así que no se interrumpan los programas de vacunación para adultos ni el programa gubernamental que provee vacunas a niños sin seguro o con seguro insuficiente.
Sin embargo, la comunidad médica ha manifestado preocupación por las posibles consecuencias de esta decisión. Expertos advierten que reducir las opciones disponibles podría disminuir las tasas de vacunación, especialmente en poblaciones vulnerables.
Además, los especialistas temen que esta medida refuerce creencias infundadas que vinculan el timerosal con trastornos del desarrollo como el autismo, a pesar de que más de 40 estudios realizados durante décadas no han encontrado evidencia alguna de dicha relación. De hecho, el timerosal ha sido utilizado ampliamente como conservante para evitar la proliferación de bacterias en medicamentos y vacunas de dosis múltiples.
El HHS añadió que otras recomendaciones surgidas de la reunión del ACIP en junio aún están bajo revisión. Mientras tanto, la eliminación del timerosal representa una controvertida concesión a teorías desacreditadas que podrían debilitar la confianza pública en las vacunas.
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