Un estudio reciente sobre el cerebro adolescente reveló diferencias notables entre hombres y mujeres en la forma en que el dolor en múltiples zonas del cuerpo se asocia con la conectividad cerebral, los problemas de conducta y las alteraciones del sueño.
El estudio, publicado en octubre de 2021 y analizado entre junio de 2023 y julio de 2024, utilizó datos del Estudio del Cerebro y el Desarrollo Cognitivo en Adolescentes (ABCD Study), el mayor seguimiento longitudinal sobre desarrollo cerebral juvenil.
Los investigadores analizaron información de 2052 adolescentes de entre 11 y 12 años, de los cuales 684 reportaron dolor en tres o más partes del cuerpo (dolor multisitio) y fueron comparados con 1368 jóvenes sin dolor o con dolor localizado.
El objetivo fue caracterizar las diferencias en la conectividad de las redes neuronales en reposo —en particular la red sensoriomotora (SMN), la red por defecto (DMN) y la red de prominencia (SLN)— y su relación con los síntomas conductuales y del sueño, según el sexo.
Resultados principales
Los investigadores encontraron que tanto los adolescentes varones como las mujeres con dolor en múltiples sitios presentaron una conectividad significativamente reducida en la red sensoriomotora y mayores síntomas conductuales en comparación con los jóvenes sin dolor.
Sin embargo, las diferencias por sexo fueron marcadas:
- Los varones con dolor multilocalizado mostraron una mayor conectividad entre redes (especialmente entre la DMN y la SMN), lo que podría reflejar un intento de compensación cerebral ante el dolor.
- Las mujeres, en cambio, presentaron más alteraciones del sueño, y los análisis indicaron que esta relación se explica parcialmente por la disminución de la conectividad dentro de la red sensoriomotora.
El análisis estadístico confirmó que la reducción en la conectividad SMN fue significativa tanto en varones como en mujeres. Asimismo, se registraron mayores problemas de conducta en ambos grupos con dolor multisitio, aunque con efectos más pronunciados en los varones.
Los resultados sugieren que las diferencias sexuales en las redes cerebrales y en los síntomas coexistentes podrían ser determinantes para el tratamiento del dolor crónico desde la adolescencia. En particular, las adolescentes con dolor multilocalizado podrían beneficiarse de intervenciones enfocadas en mejorar el sueño y la regulación del sistema nervioso central.
El estudio también subraya la importancia de identificar tempranamente los factores neurobiológicos y conductuales asociados con el dolor recurrente en múltiples zonas, un fenómeno que afecta desproporcionadamente a las mujeres desde etapas tempranas del desarrollo.
En conjunto, los hallazgos ofrecen nueva evidencia de que el dolor multilocalizado en la adolescencia tiene una base neurofisiológica compleja, modulada por el sexo y por la interacción entre redes cerebrales y síntomas conductuales.
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