Estrategias para navegar la información en redes sociales y proteger nuestra salud mental

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Alejandro M. Vargas Rosario – Co Coordinador Comité de Estudiantes de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, y estudiante subgraduado de psicología en la Universidad de Puerto Rico: Recinto Universitario de Mayagüez.

Autor: Alejandro M. Vargas Rosario – Co Coordinador Comité de Estudiantes de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, y estudiante subgraduado de psicología en la Universidad de Puerto Rico: Recinto Universitario de Mayagüez 

Las redes sociales se han convertido en una parte esencial de nuestra vida cotidiana. Estas nos informan, nos conectan y hasta influyen en cómo nos percibimos. En la actualidad, es común observar las diversas interacciones que surgen a través de estas plataformas. Desde celebrar logros personales hasta brindar apoyo en momentos difíciles, las redes sociales se han convertido en el centro más grande de interacciones sociales en el mundo. 

Múltiples estudios han documentado los beneficios asociados a su uso adecuado, siendo estos de carácter social, emocional y en la promoción del desarrollo. Además, estas plataformas han servido de herramienta para facilitar la interacción entre personas y reportar información durante emergencias y desastres. En Puerto Rico, durante momentos de crisis como los temblores en el área sur  en 2020 y la llegada de la pandemia del COVID-19, se evidenció este fenómeno mediante una creciente ola de interacciones e información relacionada a estos eventos en las redes sociales. 

Sin embargo, es de suma importancia poder filtrar la información que recibimos de las redes sociales, especialmente cuando se trata de una emergencia o de noticias en desarrollo. En estas situaciones, se ha observado que las redes sociales pueden llegar a difundir información errónea y favorecer el desarrollo de teorías basadas en la especulación. Esto puede dificultar el acceso a información confiable entre las personas y, en consecuencia, comprometer su habilidad de tomar decisiones informadas o el desarrollar una opinión precisa sobre los hechos.

Para enfrentar estos retos, es necesario aprender estrategias para poder detectar información errónea o distorsionada. Una estrategia es inspeccionar detenidamente la información, prestando especial atención a que sea de una fuente confiable y coherente. 

Además, esta información debe ser verificable, es decir, se debe poder comprobar en otras fuentes. Otra estrategia  es analizar si el contenido busca informar o generar una emoción. El contenido informativo suele brindar la información completa y de manera neutral sobre el asunto que presenta. Por otro lado, el contenido erróneo o distorsionado no elabora sobre el asunto y busca generar una emoción para aumentar la difusión de la información y manipular las opiniones de las personas.

En adición a estas estrategias, es importante señalar que la información errónea o distorsionada en las redes sociales no solo se encuentra en publicaciones, sino también en las interacciones generadas en los comentarios. Al revisar comentarios en publicaciones relacionadas con emergencias o noticias en desarrollo, se debe tener en cuenta que éstos no son una fuente confiable y que cada persona está reflejando sus opiniones. 

Por tanto, es recomendable consumir esta información con precaución y promover interacciones respetuosas con personas que tengan perspectivas diferentes a las nuestras. Adicionalmente, la información o experiencias que compartan los usuarios no necesariamente aplican a nuestras experiencias.

Al utilizar las redes sociales, debemos también velar por nuestra salud mental. Es fácil poder abrumarnos ante la alta cantidad de información con la que somos bombardeados mediante estas plataformas, especialmente cuando se trata de noticias o eventos negativos. 

Se ha estudiado ampliamente cómo el recibir dicha información negativa mediante las redes sociales puede generar reacciones emocionales diversas en sus usuarios, algunas de ellas no deseadas y bajar su estado de ánimo. Además, el bombardeo de noticias en desarrollo mediante las redes sociales puede crear una preocupación constante en las personas y llevar al uso compulsivo de estas.

Para poder cuidar de nuestra salud mental al utilizar las redes sociales, es importante reconocer cuando estas nos están comenzando a afectar y desconectarnos si es necesario. También, se recomienda identificar cuáles son nuestros detonantes y trabajar en cómo afrontarlos de una manera saludable. Finalmente, podemos implementar estrategias de relajación tales como la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva y la atención plena si nos sentimos descompensados o ansiosos.

Las redes sociales son excelentes herramientas al ser utilizadas de manera adecuada. No obstante, es importante contar con estrategias efectivas para enfrentarnos a la diversidad de información que recibamos a través de ellas. También, debemos reconocer cuándo la exposición a estos medios afecta nuestra salud mental e implementar las estrategias necesarias para cuidarnos. Como usuarios, nos conviene fomentar espacios de respeto y adoptar hábitos que nos permitan ser consumidores responsables.

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