Un análisis reciente sobre más de 24 millones de personas aseguradas en Estados Unidos evidenció un cambio significativo en los métodos de detección del cáncer colorrectal (CCR) durante los últimos años. Entre 2017 y 2024, el uso de colonoscopia y del test inmunoquímico fecal (FIT) disminuyó, mientras que el test de ADN en heces, una alternativa no invasiva, mostró un aumento constante.
El estudio, publicado en JAMA Network Open, utilizó datos de personas de 50 a 75 años con seguro privado de Blue Cross Blue Shield, y analizó los efectos de la pandemia por COVID-19 en los hábitos de tamizaje de esta población.
Un panorama cambiante tras la pandemia
Los investigadores observaron que, antes de la pandemia (2017-2020), la colonoscopia era la modalidad más utilizada. Sin embargo, entre 2020 y 2024 su uso cayó de 1,29 % a 1,14 %, mientras que el FIT también disminuyó de 0,54 % a 0,38 %.
En contraste, el test de ADN en heces, que detecta alteraciones genéticas en las muestras fecales, triplicó su uso, pasando de 0,19 % a 0,61 % en el mismo periodo.
Estos cambios reflejan una posible preferencia por pruebas menos invasivas y con mayor comodidad para el paciente, especialmente luego de las interrupciones que generó la pandemia en los servicios presenciales de salud.
Diferencias por sexo, nivel socioeconómico y zona de residencia
El estudio también halló variaciones en la elección del método de detección según el perfil sociodemográfico:
- Hombres: mostraron una mayor frecuencia de colonoscopias.
- Mujeres: prefirieron el test de ADN en heces y el FIT.
- Áreas con alto nivel socioeconómico: registraron más uso de colonoscopia y test de ADN, mientras que las zonas con menor estatus socioeconómico dependieron más del FIT.
- Zonas metropolitanas: tuvieron más tamizajes con colonoscopia y FIT que las zonas rurales, aunque el uso del test de ADN fue similar entre ambas.
Estas diferencias sugieren que factores como el acceso a servicios médicos especializados, la disponibilidad de tecnologías diagnósticas y las preferencias personales influyen directamente en el tipo de prueba elegida.
Importancia del tamizaje y retos pendientes
El cáncer colorrectal continúa siendo la segunda causa de muerte por cáncer en Estados Unidos, a pesar de que su incidencia y mortalidad han disminuido en las últimas décadas gracias a los programas de detección temprana. No obstante, la participación en el tamizaje sigue por debajo del objetivo nacional del 80 %, con menor cobertura entre personas con bajos ingresos, residentes en zonas rurales o pertenecientes a grupos étnicos minoritarios.
Los investigadores concluyen que comprender cómo cambian las preferencias en las pruebas de detección puede ayudar a diseñar estrategias más equitativas y efectivas para aumentar la participación en el tamizaje del cáncer colorrectal, especialmente entre los grupos con menor acceso al sistema de salud.
- Colonoscopias y pruebas FIT disminuyeron tras la pandemia.
- El test de ADN en heces ganó terreno como alternativa no invasiva.
- Existen diferencias claras por sexo, nivel socioeconómico y residencia.
- El reto: aumentar la participación y equidad en el acceso a las pruebas de detección.
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