Las mujeres son las más afectadas, la inflamación crónica podría ser el vínculo entre cuerpo y mente.
Un nuevo estudio a gran escala revela que las personas con enfermedades autoinmunes tienen casi el doble de riesgo de desarrollar depresión, ansiedad y trastorno bipolar, en comparación con la población general. Publicado en BMJ Mental Health, este análisis incluyó a 1.5 millones de personas del Reino Unido y es uno de los más grandes en explorar la relación entre inmunidad y salud mental.
Riesgo elevado de salud mental en pacientes autoinmunes
El estudio encontró que el 29% de los pacientes con enfermedades autoinmunes reportaron trastornos afectivos a lo largo de su vida, frente al 18% de la población sin estas condiciones. También se observaron cifras más altas de:
- Depresión: 25.5% en pacientes autoinmunes vs. 15% en la población general
- Ansiedad: 21% vs. 12.5%
- Síntomas depresivos actuales: 18.6% vs. 10.5%
- Trastorno bipolar: casi 1% vs. 0.5%
Estos hallazgos refuerzan la necesidad urgente de atención integral que combine la salud física y mental.
Las mujeres son especialmente vulnerables
El riesgo no fue igual para todos. Las mujeres con enfermedades autoinmunes presentaron un 32% de prevalencia de trastornos afectivos, frente al 21% en hombres con las mismas condiciones. La razón podría estar en diferencias biológicas, estudios previos han demostrado que las mujeres con depresión presentan mayores niveles de citoquinas e inflamación que sus pares no deprimidas, algo no observado en hombres.
Las enfermedades autoinmunes, como lupus, artritis reumatoide, esclerosis múltiple o psoriasis, conlleva una activación constante del sistema inmune y un estado de inflamación crónica. Aunque el estudio no midió directamente los marcadores inflamatorios, los investigadores usaron la presencia de estas enfermedades como un indicador de inflamación sistémica, lo cual parece impactar directamente la función cerebral y el estado de ánimo.
Incluso al ajustar por variables como edad, historial familiar, dolor crónico o aislamiento social, el riesgo de problemas mentales seguía siendo significativamente mayor, lo que sugiere que la inflamación podría ser una causa directa.
Implicaciones clínicas
Dada la magnitud de los hallazgos, los autores recomiendan establecer evaluaciones de salud mental como parte de la atención rutinaria en pacientes con enfermedades autoinmunes, especialmente en mujeres. La detección temprana permitiría intervenciones oportunas que eviten la progresión de síntomas severos.
Curiosamente, el estudio encontró riesgos similares (alrededor del 49%) para depresión, ansiedad y trastorno bipolar, lo que sugiere que estas enfermedades no predisponen a un solo tipo de trastorno, sino que generan una vulnerabilidad general a las afecciones del estado de ánimo.
Al tratarse de un estudio transversal, los autores no pudieron determinar si las enfermedades autoinmunes causan los trastornos mentales o viceversa. Tampoco se utilizaron evaluaciones clínicas formales ni marcadores inflamatorios, lo que limita algunas conclusiones.
Sin embargo, el hallazgo de que muchos pacientes también tenían historial familiar de enfermedades mentales abre la puerta a investigaciones sobre factores genéticos o epigenéticos compartidos.
Un llamado a la atención médica integral
Con millones de personas viviendo con enfermedades autoinmunes en todo el mundo, este estudio refuerza la urgencia de ofrecer una atención médica integrada que no solo trate los síntomas físicos, sino también el impacto emocional y mental.
Los autores proponen investigar si el tratamiento de la inflamación con terapias antiinflamatorias podría también reducir los síntomas mentales, lo cual marcaría un avance revolucionario en el manejo de la salud mental en estos pacientes.