El uso excesivo de pantallas preocupa en el regreso a clases, así lo advierten expertos

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Dra. Madeline Santiago, pediatra y directora médica de Puerto Rico Children’s Hospital. Foto: PHL.

Con el regreso a clases, especialistas del Puerto Rico Children’s Hospital advierten sobre los riesgos del uso excesivo de dispositivos electrónicos en la niñez y adolescencia. La doctora Madeline Santiago, directora médica del hospital, explicó que la exposición prolongada a las pantallas afecta tanto la salud física como el desarrollo emocional y social de los menores.

“Vivimos en la era digital y es inevitable que nuestra población pediátrica se exponga a la tecnología, pero está en nosotros, los adultos, velar porque hagan un uso apropiado y que no caigamos en lo que preocupa: el uso excesivo”, señaló Santiago.

La pediatra advirtió que cada vez es más común ver en consulta a niños con problemas de visión, dolores de cabeza y molestias en la espalda o los hombros debido a las malas posturas frente a dispositivos. 

En los más pequeños, el riesgo es mayor: “Cuando introducimos la tecnología a edades que no son las adecuadas y por tiempo prolongado, vemos que se afecta el desarrollo del lenguaje, las destrezas motoras y sociales, que son fundamentales en esas primeras etapas”.

El impacto no se limita al desarrollo físico. La especialista recalcó que el sueño es uno de los grandes afectados: “Estamos estimulando la vista con esta luz hasta altas horas de la noche y esto afecta la producción de melatonina, la hormona que nos ayuda a conciliar un sueño de calidad. Como consecuencia, tenemos niños con insomnio en la noche y somnolencia durante el día, lo que impacta directamente su rendimiento escolar”.

De acuerdo con la doctora, también se reportan con mayor frecuencia síntomas de ansiedad, depresión, aislamiento social y baja autoestima en adolescentes expuestos de manera constante a pantallas.

Recomendaciones para padres de familia

Ante este panorama, la Dra. Santiago subrayó la importancia de seguir las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría. 

“Hasta los 18 meses, la recomendación es cero pantalla. De 18 meses a 2 años, solo contenido educativo y acompañado de un adulto. De 2 a 5 años, un máximo de una hora diaria de contenido educativo con supervisión. Y ya de seis años en adelante, más que limitar el tiempo, debemos enfocarnos en la calidad del contenido y en garantizar que el niño duerma entre ocho y diez horas, tenga actividad física diaria y tiempo libre sin pantallas”.

Además, destacó la utilidad de las herramientas que permiten a las familias establecer reglas claras sobre el uso de la tecnología. 

“La Academia Americana de Pediatría provee, por ejemplo, un plan familiar de medios que ayuda a crear pactos entre padres e hijos, limitando tiempo, estableciendo espacios libres de pantallas, como la hora de dormir o el comedor, y promoviendo un ambiente saludable”, menciona la doctora. 

Finalmente, la doctora insistió en que el ejemplo de los adultos es clave. “El principal modelo positivo digital que tiene ese niño es el adulto. Si los padres o cuidadores están constantemente conectados, ese niño también lo estará. Tenemos que enseñarles a escoger, fomentar el pensamiento crítico y lograr un equilibrio digital que priorice el sueño, la actividad física y la interacción social cara a cara”.

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