Por primera vez, los menores de 5 años contarán con un tratamiento diseñado específicamente para ellos frente a la malaria, una enfermedad que causó casi 600.000 muertes en 2023.
Esta semana, la farmacéutica Novartis anunció un avance histórico en la lucha contra la malaria: la aprobación del primer medicamento adaptado al peso y edad de bebés y niños pequeños. Se trata de Coartem Baby (también conocido como Riamet Baby), desarrollado en colaboración con la organización sin ánimo de lucro Medicines for Malaria Venture (MMV).
La malaria o paludismo es una enfermedad parasitaria que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados, y que suele confundirse con otras enfermedades tropicales como el dengue o la fiebre amarilla. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2023 se registraron 263 millones de casos de malaria y 597.000 muertes en todo el mundo. Una proporción alarmante de estas muertes se presenta en niños menores de cinco años, especialmente en África.
En Colombia, el panorama también es preocupante. El Instituto Nacional de Salud reportó un incremento del 81 % en los casos de malaria hacia finales de 2024, en comparación con el año anterior.
Hasta ahora, no existía un tratamiento adaptado específicamente a las necesidades fisiológicas de los más pequeños. Esto dejaba a una de las poblaciones más vulnerables sin opciones terapéuticas adecuadas. Según Martin Fitchet, CEO de MMV, «la aprobación de Coartem Baby proporciona una medicina necesaria en una dosis optimizada para tratar a un grupo de pacientes tradicionalmente desamparado».
Por su parte, el CEO de Novartis, Vas Narasimhan, calificó este momento como crucial, «Garantiza que incluso los más pequeños y vulnerables reciban la atención que merecen». La farmacéutica planea distribuir este medicamento de forma gratuita en las regiones con mayor carga de enfermedad.
El tratamiento ya fue aprobado en Suiza y se espera su distribución en países con alta incidencia de malaria en las próximas semanas. Coartem Baby representa no solo un hito en el desarrollo farmacéutico pediátrico, sino también una herramienta concreta para salvar miles de vidas que hasta ahora dependían únicamente de prevención o terapias improvisadas.
Para el doctor Luis Felipe Reyes, profesor de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana, este avance también podría ayudar a combatir la desinformación en torno a la malaria. “Los vectores son mosquitos que actúan como intermediarios entre animales portadores y humanos. Muchas veces, por su forma de transmisión, la malaria se confunde con otras enfermedades tropicales”, señala.
La llegada de este tratamiento específico marca un paso clave hacia el objetivo global de eliminar la malaria, sobre todo en poblaciones tradicionalmente olvidadas por el desarrollo farmacéutico.
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