Cuando se trata de la detección temprana de las enfermedades inflamatorias del intestino, las visitas de control para niños sanos son clave para garantizar un tratamiento oportuno, según explicó el Dr. Antonio del Valle Segarra, gastroenterólogo pediátrico y catedrático de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico.
El especialista destacó la importancia crítica del seguimiento y la adherencia al tratamiento en pacientes pediátricos con estas enfermedades, subrayando que las visitas regulares al pediatra son esenciales para un diagnóstico temprano y un manejo efectivo.
“El seguimiento es fundamental para mantener la salud y asegurar el éxito del tratamiento en pacientes con enfermedad inflamatoria del intestino”, afirmó el Dr. del Valle, quien también instó a los padres a priorizar las visitas al pediatra, incluso cuando los niños aparenten estar saludables.
El Dr. del Valle explicó que uno de los primeros signos de estas enfermedades puede ser el fallo en el crecimiento, una condición que pasa desapercibida sin controles periódicos. “Podríamos tener un niño sin síntomas evidentes, como dolor abdominal o diarrea, pero que no esté creciendo bien. Esa puede ser la primera señal de una enfermedad como el Crohn”, destacó.
Recalcó que las visitas al pediatra al menos dos veces al año son clave para monitorear el crecimiento y detectar posibles irregularidades. “En cada visita, evaluamos si hay un cambio en la estatura y el desarrollo. Este seguimiento permite diferenciar entre un crecimiento saludable y una posible afección”, agregó.
Aunque el fallo en el crecimiento puede ser una de las primeras manifestaciones, los síntomas más comunes incluyen dolores abdominales, diarrea persistente y, en algunos casos, sangrado en las evacuaciones. “Cuando estos síntomas son recurrentes y persisten durante semanas o meses, es vital realizar una evaluación exhaustiva. Contamos con herramientas avanzadas para confirmar el diagnóstico y proporcionar un tratamiento adecuado”, explicó el especialista.
Entre las pruebas diagnósticas más utilizadas se incluyen estudios de laboratorio, imagenología y endoscopias que permiten determinar la presencia de enfermedades inflamatorias del intestino y establecer el mejor plan de tratamiento.
Para el Dr. del Valle, la relación entre el médico, el paciente y su familia es fundamental. “La confianza es clave. Sin ella, no podemos ser efectivos. Es esencial que los padres tengan una comunicación abierta con sus hijos y que estas inquietudes lleguen al médico. Solo así podremos garantizar la mejor atención posible”, afirmó.
El especialista también instó a las familias a fortalecer sus lazos y trabajar de la mano con los profesionales de la salud para asegurar el bienestar de los niños.
El Dr. Antonio del Valle Segarra cerró su mensaje subrayando la importancia de la detección temprana y el manejo adecuado de estas enfermedades. “La salud de nuestros niños depende de nuestro compromiso como padres y de la confianza en los profesionales de la salud. No esperemos a que sea tarde para actuar”, concluyó.