En América Latina, la optimización de la atención oncológica es fundamental para mejorar los resultados de los pacientes y hacer un uso eficiente de los recursos del sistema de salud.
Un nuevo estudio liderado por la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica (SLACOM) ha identificado prácticas de bajo o nulo valor en oncología que deberían ser eliminadas para mejorar la atención. Estas recomendaciones siguen el enfoque de la iniciativa Choosing Wisely, impulsada por la American Board of Internal Medicine (ABIM), que busca reducir procedimientos y tratamientos innecesarios en la medicina.
Un panel de 21 expertos de ocho países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Honduras, México, Perú y Paraguay) desarrolló estas recomendaciones basadas en un riguroso proceso de selección y análisis de 74 sugerencias erróneas.
La metodología utilizada fue el método Delphi modificado, que busca consenso entre especialistas mediante cuestionarios. Las prácticas identificadas abordan áreas clave en la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de pacientes con diferentes tipos de cáncer.
Principales recomendaciones:
- No utilizar terapia dirigida en tumores sólidos avanzados sin opción a ensayos clínicos. En pacientes con cáncer en estadios 3 o 4 que no sean elegibles para ensayos clínicos, es mejor priorizar el tratamiento paliativo para aliviar síntomas.
- No iniciar tratamiento oncológico sin una adecuada estadificación. Es esencial definir la extensión del cáncer y discutir con el paciente los objetivos del tratamiento antes de comenzarlo.
- Evitar pruebas de marcadores tumorales sin justificación clínica. Estas pruebas solo deben usarse para monitorear o evaluar la enfermedad activa.
- No realizar tomografía por emisión de positrones (PET) o tomografía computarizada (CT) para detección en personas sanas. Estas herramientas no son útiles para detectar cáncer en personas asintomáticas.
- No realizar colonoscopias anuales tras la cirugía de cáncer de colon. La vigilancia debe ajustarse según los hallazgos y las guías previas.
- No usar PET o CT para monitoreo rutinario en tratamientos paliativos.Estas imágenes no deben usarse de manera habitual para buscar recurrencias en pacientes asintomáticos que han completado su tratamiento.
- Evitar inhibidores de tirosina cinasa en cáncer de pulmón sin mutaciones EGFR. En pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas sin estas mutaciones, este tratamiento no está indicado.
- No tratar cáncer de próstata localizado de bajo riesgo sin discutir la vigilancia activa. Es crucial incluir la opción de vigilancia activa en el proceso de toma de decisiones para este tipo de cáncer.
- No realizar pruebas de biomarcadores o imágenes en pacientes asintomáticas tratadas por cáncer de mama con intención curativa. Las pruebas deben limitarse a situaciones en las que haya evidencia clara de que mejorarán la calidad de vida.
- Evitar la radioterapia holocraneana adyuvante tras radioterapia estereotáctica. Esta recomendación busca prevenir tratamientos innecesarios en pacientes con radioterapia localizada.
El Dr. Eduardo Cazap, presidente fundador de SLACOM y coautor del estudio, enfatizó que estas recomendaciones buscan ser adoptadas por los sistemas de salud y aplicadas por los profesionales médicos, siempre bajo un criterio clínico. Reducir las intervenciones de bajo valor no solo mejorará la calidad de vida de los pacientes, sino que también contribuirá a la sostenibilidad de los sistemas de salud en la región.