Ante la denuncia presentada por una joven madre en relación con la trágica muerte de su bebé en el hospital Pavia de San Germán, el secretario designado del Departamento de Salud, Dr. Víctor Ramos Otero, ordenó de inmediato una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y garantizar el cumplimiento de los más altos estándares en la prestación de servicios de salud en la isla.
“Tan pronto tuvimos conocimiento ayer de esta lamentable situación, solicité al Sr. Kevin Rojas Collazo, secretario auxiliar de la Secretaría Auxiliar para la Regulación de la Salud Pública, que iniciara una investigación inmediata. La querella fue referida a la División de Instituciones de Salud, que ha destacado un equipo de inspectores para evaluar las facilidades implicadas en este caso”, expresó el Dr. Ramos.
Asimismo, el secretario indicó que el caso ha sido remitido a la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica, con el propósito de llevar a cabo una evaluación detallada de los procedimientos médicos relacionados con la querella presentada.
«El Departamento de Salud reafirma su compromiso con la supervisión y fiscalización de las instituciones de salud, a fin de garantizar que los servicios ofrecidos cumplan con los estándares establecidos y que cualquier incumplimiento sea atendido conforme a la ley», indicó el Dr. Ramos.
¿Cuál fue la denuncia presentada por la madre?
Ivette Mary Sánchez Álvarez ha denunciado una presunta mala praxis ocurrida en el Hospital Metropolitano de San Germán, que resultó en la trágica pérdida de su hijo, Ian Caleb. «Llegó mi momento de desahogarme por la muerte de mi bebé», declaró en su testimonio publicado en su cuenta personal de Facebook.
Sánchez Álvarez relató que el lunes 9 de diciembre de 2024, a la 1:02 a. m., ingresó al hospital con 36 semanas y 4 días de embarazo, presentando contracciones y dilatación. «Llevaba desde el domingo a las 8:00 p. m. con dolores», afirmó. Al ser atendida por la doctora de turno, señala que le indicaron que su piel lucía amarilla, lo cual atribuye a su diabetes gestacional y anemia.
Según su relato, fue trasladada sola a la sala de partos y se le administró el medicamento Procardia para frenar las contracciones. «La enfermera me dijo que el doctor Carrero ordenó tres pastillas de 10 mg cada una. Me las tomé confiando en el personal médico», denunció. Su esposo, al enterarse de la administración del medicamento, expresó su preocupación: «Si a mí me hubieran dejado entrar, no se las hubiera tomado».
Con el pasar de las horas, su dilatación avanzó rápidamente hasta alcanzar los 8 centímetros. «De repente, sentí que se me rompió algo adentro y expulsé un coágulo de sangre», narró. Además, indicó que su bebé se había defecado dentro del útero, lo que usualmente es señal de sufrimiento fetal.
Cuando el doctor Carrero llegó, según Sánchez Álvarez, le ordenó pujar a pesar de no sentir contracciones. «Me decía que parecía una novata, que le estaba haciendo perder el tiempo», aseguró. Al no poder pujar con suficiente fuerza, le practicaron la maniobra de Kristeller, una técnica controvertida que consiste en aplicar presión en el abdomen para ayudar en el parto. «El bebé salió tras 20 minutos de esfuerzo, pero no lloró», lamentó.
Posteriormente, se llevó al bebé para recibir atención, pero los intentos de reanimación no tuvieron éxito. «Nos dijeron que estaba intubado y que hacían todo lo posible, pero a la media hora nos informaron que había fallecido», escribió.
La madre también denuncia que tras la pérdida de su hijo, le comunicaron que había dado positivo en una prueba de drogas. «Me dijeron que tenía cocaína en mi sistema, lo cual es falso. Exigí una nueva prueba, pero nunca me la hicieron ni me mostraron evidencia de los resultados», aseguró. Según el testimonio realizó su propia investigación, una prueba capilar de detección de drogas puede revelar consumo hasta tres meses antes. «Pagué $200 por una prueba independiente y salí negativa», destacó.
Días después, según afirma, el doctor Carrero ya no estaba en el hospital y la sala de partos fue cerrada. «El viernes 20 de diciembre publicaron en Facebook que el Dr. Carrero no atendería más pacientes y que la sala de partos cerraría. ¡Qué casualidad!», enfatizó.