El caso de Erika Morales, una joven de 17 años que fue brutalmente agredida en 2021 y que recientemente obtuvo la aprobación para acceder a la eutanasia, ha generado una gran controversia en Colombia. Su historia no solo ha reavivado el debate sobre el derecho a una muerte digna, sino que también ha puesto en evidencia la impunidad en casos de violencia extrema.
El debate sobre la eutanasia en Colombia
Si bien la eutanasia está reconocida legalmente en el país, su aplicación sigue siendo un tema controversial. Casos como el de Erika Morales reafirman la importancia de garantizar que las personas en situaciones de sufrimiento extremo puedan tomar decisiones sobre su vida, al mismo tiempo que reciben el apoyo necesario en este proceso.
Este caso no sólo marca un precedente en la lucha por el derecho a una muerte digna, sino que también pone en evidencia la urgencia de abordar la impunidad en hechos de violencia extrema, para evitar que más vidas sean truncadas por la falta de justicia.
Un ataque que marcó su destino
De acuerdo con medios locales de Nariño, Morales fue atacada en junio de 2021 a las afueras de una discoteca en Pasto. Las agresoras, identificadas como Glair Gómez y Leidy León, le propinaron un fuerte golpe en la cabeza con una botella, dejándola en estado de coma durante un año y siete meses. Al despertar, Erika había perdido la movilidad, la capacidad de hablar y dependía de asistencia mecánica para respirar.
Ante esta situación, la joven y su familia enfrentaron una realidad devastadora, lo que la llevó a solicitar el acceso a la eutanasia, derecho reconocido en Colombia para pacientes con enfermedades terminales y en situaciones de sufrimiento extremo.
Un pedido de libertad
Debido a su condición, Erika no podía comunicarse verbalmente, por lo que su familia diseñó un sistema basado en un abecedario impreso. Mediante este método, expresó su deseo de poner fin a su sufrimiento. Su solicitud se viralizó en redes sociales, generando una ola de reacciones y un intenso debate público sobre la eutanasia en el país.
La EPS Emssanar S.A.S. aprobó recientemente la petición, asegurando que la joven recibiría cuidados paliativos y apoyo psicológico hasta la realización del procedimiento. Asimismo, su madre, Alba Morales, fue autorizada para tomar decisiones médicas en su nombre en caso de ser necesario.
El mensaje de su familia
Tatiana Morales, hermana de Erika, compartió un emotivo mensaje en redes sociales donde manifestó su apoyo a la decisión de su hermana. «Esto no es fácil, no es fácil perder a una hermana, mi única hermana. […] Solo sé que fue la prueba de amor más grande que le estoy dando, que logre ser escuchada», expresó en su publicación.
La historia de Erika ha generado una profunda reflexión en la sociedad colombiana, no solo sobre el derecho a morir dignamente, sino también sobre la necesidad de justicia en casos de violencia. A pesar de que las agresoras han sido identificadas, hasta el momento no se ha informado sobre avances en los procesos judiciales en su contra.