Por más de tres décadas, la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico (SEIPR) ha sido una voz esencial en la lucha contra enfermedades que afectan a la población de la isla y más allá. Hoy, bajo el liderazgo de la Dra. Marielys Otero, médica infectóloga y presidenta de la SEIPR, esta organización se encuentra en una etapa de reflexión y evolución, combinando una mirada respetuosa al pasado con una visión clara hacia el futuro.
Una comunidad científica sólida y comprometida
La Dra. Otero destaca con orgullo que en Puerto Rico existe una comunidad vibrante de médicos infectólogos altamente capacitados. Estos profesionales están formados con los más altos estándares académicos y, muchos de ellos, se han entrenado en centros reconocidos dentro y fuera de la isla. “Puerto Rico cuenta con infectólogos que han hecho historia. Han creado protocolos, han atendido miles de pacientes, han educado generaciones y han respondido de forma ejemplar ante crisis sanitarias”, asegura.
No es casualidad que los infectólogos puertorriqueños tengan un rol tan relevante. Han estado al frente de situaciones como brotes de dengue, influenza, zika, chikungunya y más recientemente, el COVID-19. Son médicos que, como explica la doctora, no solo tratan enfermedades, sino que forman parte de equipos multidisciplinarios, asesoran políticas públicas y educan a la ciudadanía.
Educación continua para tiempos cambiantes
La SEIPR se ha dedicado históricamente a la educación médica continua, una labor que considera indispensable en un campo tan dinámico como el de las enfermedades infecciosas. Bajo la presidencia de la Dra. Otero, se han intensificado los esfuerzos por llevar contenido actualizado y de alta calidad no solo a médicos infectólogos, sino también a internistas, pediatras, médicos de familia, farmacéuticos y otros profesionales de la salud.
Una de las principales actividades de este año ha sido la Convención Anual de la SEIPR, que en 2025 llevó por lema “Honrando el pasado, impulsando el futuro”. Este evento no solo repasó los logros históricos de la sociedad, sino que sirvió como plataforma para discutir nuevos desafíos como el aumento de la resistencia a los antimicrobianos, el impacto del cambio climático en la salud pública, y las nuevas terapias y vacunas que se avecinan.
Vigilancia y respuesta ante nuevas amenazas
Un punto crucial que resalta la Dra. Otero es la importancia de la vigilancia activa y de la comunicación efectiva entre médicos. «Hoy más que nunca necesitamos estar conectados, alertas y dispuestos a compartir información”, afirma. La medicina infecciosa es un campo que evoluciona a gran velocidad: nuevas variantes virales, enfermedades emergentes, y microorganismos resistentes son parte del panorama diario. La colaboración entre colegas es vital para detectar a tiempo brotes, compartir experiencias terapéuticas y tomar decisiones clínicas basadas en evidencia.
En este sentido, la SEIPR ha fortalecido sus lazos con otras organizaciones médicas, universidades y entidades gubernamentales para fomentar redes de información que permitan una mejor respuesta a las amenazas infecciosas. Como dice la Dra. Otero: “No se trata solo de saber, sino de actuar con rapidez y responsabilidad”.
Una visión inclusiva y sostenible
Durante su gestión, la Dra. Otero ha promovido una visión más inclusiva y sostenible dentro de la SEIPR. Ha impulsado espacios para nuevos miembros, incluyendo médicos en formación, y ha trabajado para que la educación que se ofrece sea más accesible, relevante y adaptada a las realidades del sistema de salud local.
También ha puesto sobre la mesa la importancia de temas como la salud mental de los profesionales sanitarios, el agotamiento laboral y la equidad de género en la medicina. “No podemos hablar del futuro sin considerar la salud integral de quienes cuidan a los demás”, subraya.
Inspiración y legado
Para la Dra. Otero, liderar la SEIPR es un honor profundamente personal. Recuerda con admiración a figuras históricas de la infectología en Puerto Rico, como los doctores Pedro del Valle, Carlos Rodríguez y Elba Vilá, quienes marcaron pautas en la medicina de la isla. “Estamos de pie sobre hombros de gigantes”, dice, y añade que su gestión busca honrar ese legado sin dejar de mirar hacia adelante.
A pesar de los retos que enfrenta el país —desde limitaciones de recursos hasta el éxodo de profesionales—, la doctora mantiene una visión optimista. Confía en que con compromiso, trabajo en equipo y amor por la ciencia, se puede seguir construyendo un sistema de salud más fuerte y resiliente.
Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico: entre la ciencia y el compromiso humano
La medicina de enfermedades infecciosas no solo requiere conocimiento científico profundo, sino también una sensibilidad especial para comprender el impacto social de estas afecciones. Desde el manejo de enfermedades transmisibles hasta la prevención en comunidades vulnerables, el papel de los infectólogos es estratégico y, muchas veces, silencioso.
Bajo el liderazgo de la Dra. Marielys Otero, la SEIPR ha reafirmado su compromiso con la excelencia médica, la educación continua y la salud pública. En sus palabras: “Somos una familia de profesionales que amamos lo que hacemos. Honramos el pasado y tenemos clara nuestra responsabilidad con el futuro”. Y en esa visión, se dibuja una hoja de ruta clara para una medicina más humana, científica y solidaria.