El Dr. Ricardo Prieto, psiquiatra del Hospital San Juan Capestrano, destacó la necesidad de atender de manera temprana la esquizofrenia, un trastorno psicótico que afecta aproximadamente al 1 % de la población mundial y que suele manifestarse desde la adolescencia.
“La esquizofrenia es un trastorno en el que la persona distorsiona la realidad, presentando alucinaciones auditivas, delirios, pensamiento desorganizado y conductas de aislamiento social”, explicó el especialista.
El Dr. Prieto advirtió que solo un 70 % de los pacientes responde adecuadamente a los tratamientos disponibles, mientras que entre un 30 y 40 % requiere cuidados más intensivos y hospitalizaciones recurrentes. Por ello, insistió en que el diagnóstico y la intervención temprana son claves para evitar crisis severas.
Uno de los tratamientos para esta condición neurológica es farmacoterapia es la paliperidona, un antipsicótico que, según el psiquiatra, ha mostrado buenos resultados. “La paliperidona tiene menos efectos secundarios que los medicamentos anteriores, con menor riesgo de aumento de peso, problemas metabólicos o movimientos involuntarios”
“Además, al combinar mecanismos dopaminérgicos y serotoninérgicos, ofrece un beneficio mayor en la reducción de síntomas positivos como alucinaciones y delirios”, agregó el experto.
El Dr. Prieto destacó la relevancia de las presentaciones de larga duración, que permiten mayor adherencia al tratamiento. “Muchos pacientes no siguen su medicación diaria porque tienen un juicio y una introspección pobre. Las presentaciones prolongadas garantizan niveles terapéuticos constantes, reduciendo recaídas, hospitalizaciones y episodios de conducta agresiva”, afirmó.
Más allá de los medicamentos, el especialista insistió en la importancia de la red de apoyo. “El apoyo familiar lo es todo en estos pacientes. La educación a la familia sobre la enfermedad y la constancia en el tratamiento hacen posible que el paciente tenga un mejor funcionamiento social, familiar y laboral”, sostuvo.
Así, el psiquiatra enfatizó que la estrategia más efectiva combina detección temprana, farmacoterapia moderna y acompañamiento psicosocial. “Mientras más rápido identificamos la condición y la mantenemos estable, el paciente podrá llevar una vida mucho más funcional”, concluyó.