Mujer con linfoma agresivo y metástasis cardíaca plantea desafíos médicos

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La paciente acudió al hospital por distensión y dolor abdominal. Imagen de caso.

En un caso clínico inusual que pone de relieve los desafíos en la atención oncológica, una mujer de 63 años fue diagnosticada con linfoma difuso de células B grandes (LDCBG) con metástasis en el corazón, una manifestación extremadamente rara de esta agresiva forma de linfoma no Hodgkin. 

El informe, recientemente publicado, subraya la necesidad de un diagnóstico temprano y de estrategias terapéuticas personalizadas ante la afectación multiorgánica.

El LDCBG es el subtipo más común de linfoma no Hodgkin y se caracteriza por un crecimiento rápido y un alto riesgo de recaída, a pesar de que la tasa de supervivencia a cinco años puede ser favorable con tratamiento adecuado. 

Sin embargo, su presentación clínica suele ser inespecífica, lo que puede demorar el diagnóstico, especialmente cuando se presentan metástasis en órganos poco frecuentes como el corazón.

La paciente acudió al hospital por distensión y dolor abdominal. Aunque inicialmente no se detectaron anomalías cardíacas en la tomografía computarizada de tórax, estudios posteriores con contraste y biopsia confirmaron la presencia de LDCBG con metástasis cardíacas y sistémicas. Inició tratamiento con el esquema R-CHOP, pero una bradicardia severa forzó el cambio a una combinación menos cardiotóxica: R-CEOD.

Tras tres ciclos de esta segunda línea de tratamiento, los médicos evaluaron una respuesta parcial. A lo largo del proceso, se emplearon ecocardiogramas, electrocardiogramas y mediciones de péptido natriurético cerebral para vigilar la función cardíaca, mientras se monitoreaban cuidadosamente los efectos secundarios de la quimioterapia, especialmente los relacionados con el corazón.

Este caso destaca la importancia de considerar la evaluación cardíaca en pacientes con linfoma avanzado y la necesidad de adaptar los tratamientos a las condiciones específicas del paciente. Aunque infrecuente, la metástasis cardíaca puede ser fatal si no se detecta a tiempo.

Los especialistas enfatizan que, siempre que sea posible, deben utilizarse tratamientos basados en antraciclinas, con un monitoreo riguroso y multidisciplinario. El abordaje individualizado y la rápida adaptación del tratamiento fueron claves para controlar la enfermedad y preservar la función cardíaca de la paciente.

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