Cada 8 de mayo, el Día Mundial del Cáncer de Ovario nos recuerda una realidad preocupante y es que el más del 80% de los casos se detectan en etapas avanzadas.
Esto sucede porque esta enfermedad, que afecta a más de 300.000 mujeres al año, no suele mostrar síntomas en su fase inicial.
El cáncer de ovario es el tipo de cáncer ginecológico más frecuente a nivel global y, en Argentina, es el quinto en incidencia y el sexto en mortalidad. Su origen puede estar no solo en los ovarios, como se creía antes, sino también en las células del extremo más lejano de las trompas de Falopio.
La doctora Valeria Cáceres, del Instituto de Oncología Ángel Roffo de la UBA, advierte: “En más del 80% de los casos se diagnostica en estadios avanzados, ya que no hay un síntoma específico. Por eso, los controles ginecológicos son clave”.
Una vez detectado, el tratamiento integral con cirugía y tratamientos complementarios como la quimioterapia aumenta las posibilidades de cura.
Desde el Instituto destacan que la única forma de confirmar el diagnóstico es mediante una biopsia, lo que refuerza la necesidad de estar al día con los chequeos ginecológicos.
¿Qué señales no se deben ignorar?
- Sangrado vaginal anormal, especialmente después de la menopausia
- Dolor o presión pélvica
- Hinchazón o dolor abdominal
- Saciedad rápida al comer
- Cambios en tus hábitos urinarios o intestinales
Una vez detectado, el tratamiento requiere un enfoque integral:
“En la Unidad Funcional de Tumores Femeninos del Instituto, interactuamos con los oncólogos y los cirujanos junto con los expertos en diagnóstico por imágenes y los anatomopatólogos. Lo más importante es lograr una cirugía donde se haga una resección completa de la lesión oncológica, y luego se evalúa si es necesario un tratamiento complementario, como la quimioterapia”, explica la Dra. Valeria Cáceres.
¿Qué tipos de tumores pueden aparecer en los ovarios?
Los ovarios están compuestos por tres tipos principales de células, y en cada uno puede desarrollarse un tipo diferente de tumor:
- Tumores epiteliales: se originan en la capa externa del ovario. Son los más frecuentes.
- Tumores de células germinales: se desarrollan en las células que producen los óvulos.
- Tumores del estroma: surgen del tejido que sostiene el ovario y produce hormonas como estrógeno y progesterona.
Algunos de estos tumores son benignos y no se propagan, pero los malignos, o de bajo potencial maligno, sí pueden hacer metástasis y poner en riesgo la vida.
El cáncer de ovario no siempre da señales claras, pero eso no significa que no se pueda actuar a tiempo. Estar atentas a los cambios en el cuerpo, acudir a los controles ginecológicos periódicos y consultar ante cualquier síntoma persistente es fundamental para detectar a tiempo esta enfermedad.
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