¿Qué es la amnesia infantil y por qué no podemos recordar nuestra infancia temprana?

frame fotos notas ph latam (24)
El hipocampo de los bebés, clave para la memoria, está activo desde los primeros meses de vida, pero como su cerebro aún está en desarrollo, los recuerdos tempranos pueden almacenarse sin una "etiqueta" clara para recuperarlos más adelante.

Desde hace mucho tiempo, los científicos han intentado comprender por qué no tenemos recuerdos de nuestros primeros años de vida. A pesar de que los bebés aprenden rápidamente y almacenan información, los adultos no solemos recordar eventos específicos de esa etapa. Esta fenómeno, conocido como «amnesia infantil», ha sido atribuido al desarrollo incompleto del hipocampo, la región del cerebro encargada de procesar y almacenar recuerdos.

Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Yale ha puesto en duda esta creencia. Los investigadores encontraron que bebés de tan solo un año pueden codificar recuerdos en el hipocampo, lo que sugiere que las memorias pueden seguir existiendo, aunque no sepamos cómo acceder a ellas.

La memoria en los primeros años

Para llevar a cabo su investigación, el equipo de Yale utilizó una tecnología conocida como resonancia magnética funcional (IRMf). Con ella, analizaron la actividad cerebral de 26 niños de entre 4 y 25 meses mientras observaban imágenes de rostros, objetos y escenas.

Posteriormente, les mostraron algunas de esas mismas imágenes junto con otras nuevas para evaluar si las recordaban. Los resultados indicaron que cuando el hipocampo de un bebé estaba más activo al ver una imagen por primera vez, era más probable que la mirara por más tiempo cuando se le presentaba de nuevo. Esto demuestra que los bebés pueden codificar recuerdos mucho antes de lo que se pensaba.

Además, los investigadores encontraron que la codificación de la memoria se produce principalmente en la parte posterior del hipocampo, la misma región que en los adultos está asociada con la memoria de eventos específicos. Esto sugiere que el hipocampo podría estar especializado en la memoria desde una edad temprana.

¿Dónde van nuestros primeros recuerdos?

Si los bebés pueden almacenar recuerdos, ¿por qué no los recordamos cuando crecemos? Hay varias teorías al respecto. Una posibilidad es que estas memorias no se almacenen a largo plazo. Sin embargo, la hipótesis del equipo de Yale es que los recuerdos siguen existiendo, pero no son accesibles de manera consciente.

Investigaciones previas en animales han demostrado que los recuerdos tempranos pueden persistir, aunque parezcan estar olvidados. En experimentos con roedores, se descubrió que los animales no mostraban signos de recordar experiencias tempranas, a menos que se estimulara directamente el «engrama» de la memoria en el hipocampo. Un engrama es una representación física de un recuerdo en el cerebro, formada por un conjunto de neuronas conectadas que pueden reactivarse para recuperar una memoria.

Si esto también ocurre en humanos, podría significar que nuestros primeros recuerdos no desaparecen por completo, sino que se encuentran en una especie de «archivo inaccesible» dentro de nuestro cerebro.

Implicaciones del estudio

Estos hallazgos podrían tener un impacto significativo en nuestra comprensión sobre el aprendizaje y el desarrollo de la memoria. La investigación sugiere que el hipocampo comienza a desempeñar un papel clave en la memoria antes del primer año de vida, desafiando la idea de que los niños no pueden formar recuerdos hasta los 4 o 6 años.

El equipo de Yale también está explorando si los niños pueden recordar eventos grabados en vídeos desde su propia perspectiva cuando eran bebés. Los resultados preliminares sugieren que algunos recuerdos podrían persistir hasta la etapa preescolar, antes de desvanecerse.

Además, comprender cómo se desarrolla la memoria infantil podría ayudar en la investigación de trastornos del desarrollo cognitivo, como el autismo o el déficit de atención. Si logramos descifrar los mecanismos que permiten recuperar recuerdos tempranos, podría abrirse una nueva vía para entender y tratar ciertas dificultades de aprendizaje.

Una pregunta aún sin respuesta

El estudio plantea una posibilidad fascinante: ¿podrían estos recuerdos seguir almacenados en el cerebro hasta la edad adulta, aunque sean inaccesibles? Aunque la idea puede parecer sacada de la ciencia ficción, los científicos continúan investigando para determinar si existe una forma de desbloquear estos recuerdos.

Lo que queda claro es que los bebés son capaces de almacenar información mucho antes de lo que se creía. Esto podría explicar por qué, a pesar de no recordar nuestras primeras experiencias, estas pueden influir en nuestra forma de ser y en nuestro desarrollo cognitivo.

Con estos avances, la ciencia está un paso más cerca de responder una de las preguntas más intrigantes sobre la memoria humana: ¿realmente olvidamos nuestros primeros años, o simplemente no sabemos cómo recordarlos?

Últimos artículos