Radióloga advierte sobre cáncer de mama: “El mensaje es claro: no subestimes un síntoma solo porque eres joven”

fotos profesionales artes web (26)
Dra. Mayra Maldonado Durán, radióloga especialista en seno.

En el marco del 22.º Congreso Internacional de Senología, celebrado en San Juan, Puerto Rico, la Dra. Mayra Maldonado Durán, reconocida radióloga especializada en imagenología mamaria, compartió su experiencia y reflexiones sobre la importancia de detectar el cáncer de seno a tiempo, especialmente en mujeres jóvenes. Su enfoque combina ciencia, sensibilidad clínica y compromiso humano con la salud femenina.

Las guías actuales del Colegio Americano de Radiología recomiendan que el cernimiento mamográfico comience a los 40 años en mujeres sin síntomas. Sin embargo, como explica la Dra. Maldonado, “las mujeres jóvenes tienden a ser ignoradas porque no entran en el rango de edad típico para las mamografías de rutina, y eso puede ponerlas en riesgo”.

Las mujeres jóvenes: un grupo que no debemos ignorar

En el caso de mujeres con alto riesgo —por ejemplo, con antecedentes familiares de cáncer de mama en madres o hermanas— el monitoreo debe comenzar diez años antes del diagnóstico más temprano en la familia. Así, si una madre fue diagnosticada a los 45, la hija debe empezar mamografías a los 35. Otro grupo vulnerable incluye a quienes han recibido radiación en el pecho, como parte de tratamientos previos, en cuyo caso el cernimiento comienza ocho años después de la exposición, pero nunca antes de los 30.

Es fundamental no esperar a tener síntomas. Pero si los hay —como una masa palpable, dolor persistente o cambios en la piel del seno—, la evaluación debe realizarse sin importar la edad. “Hay que escuchar a la paciente. No asumir que porque es joven no puede tener nada serio. Muchas veces se retrasan los diagnósticos por ese prejuicio”, advierte la doctora.

Tecnología avanzada al servicio de un diagnóstico más preciso

Los estudios de imagen son fundamentales para detectar lesiones, pero en mujeres jóvenes representan un reto debido a la densidad del tejido mamario. “El seno denso es como una niebla que dificulta ver lo que hay debajo”, explica la Dra. Maldonado. Por eso, además de la mamografía convencional, se utilizan otras técnicas complementarias como:

  • Tomosíntesis: una mamografía en 3D que permite ver el tejido por capas y detectar irregularidades que podrían pasar desapercibidas en imágenes tradicionales.
  • Ultrasonido dirigido: útil para diferenciar entre lesiones sólidas y quistes.
  • Mamografía con contraste: se inyecta un medio de contraste (como se hace en un CT) que permite resaltar zonas con mayor vascularidad, característica de tumores malignos.
  • Resonancia magnética de seno (MRI): recomendada para pacientes de alto riesgo o con senos extremadamente densos.

Según la Dra. Maldonado, estas tecnologías no solo mejoran la detección, sino que también permiten evitar biopsias innecesarias al aclarar si una lesión es benigna o sospechosa. “La mamografía con contraste es una herramienta poderosa y poco invasiva. Me encanta porque ayuda a definir mejor qué debe vigilarse y qué no”, comenta.

Además, enfatiza la importancia de contar con equipos actualizados: “No podemos usar las mismas máquinas de hace 10 años. La tecnología avanza y nosotros tenemos que avanzar con ella”.

Validar síntomas, educar y acompañar a las pacientes

En su práctica clínica, la Dra. Maldonado observa un aumento en los casos de cáncer en mujeres de entre 30 y 40 años, algunas incluso embarazadas o intentando quedar embarazadas. Si bien las estadísticas indican que solo el 2% de los casos ocurren en menores de 35 años, ella considera que esa cifra podría ser más alta localmente. “El mensaje es claro: no subestimes un síntoma solo porque eres joven”, afirma.

También destaca que no todas las masas son malignas, pero muchas crecen y deforman el seno, lo que puede requerir cirugía por razones estéticas y emocionales. “Hay que validar las preocupaciones de la paciente, acompañarla en el proceso, explicarle cada paso y asegurarnos de que tenga acceso a todos los recursos disponibles”, señala.

Uno de los aspectos más importantes para un diagnóstico certero es contar con los estudios previos. “Comparar imágenes a lo largo del tiempo me permite ver cambios sutiles que podrían pasar desapercibidos en una sola imagen. Por eso siempre recomiendo a las pacientes guardar sus estudios y volver al mismo centro cuando sea posible”, explica.

La doctora recuerda que los centros radiológicos están legalmente obligados a conservar las imágenes por al menos cinco años, y hasta diez en algunos casos. “Si te mudas o cambias de médico, pide tus estudios previos. Te estás ayudando a ti misma”, aconseja.

El poder de conocerse y actuar a tiempo es la mejor arma contra el cáncer de seno

La Dra. Maldonado concluye con un llamado a la conciencia, especialmente dirigido a las mujeres jóvenes: “Conócete. Si notas algo extraño en tus senos, insiste. Pide los estudios. No dejes que te ignoren. Y a los médicos les digo: escuchen a sus pacientes. Un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.

En este congreso internacional, su mensaje fue claro: la tecnología, el conocimiento médico y la empatía deben ir de la mano para lograr una detección temprana y un tratamiento efectivo del cáncer de seno. Puerto Rico, gracias a profesionales comprometidos como ella, continúa posicionándose como un referente regional en la lucha contra esta enfermedad.

Últimos artículos