Si alguna vez has comparado la composición de alimentos en los supermercados de Europa y Estados Unidos, probablemente te habrás sorprendido al notar que muchos productos en América contienen ingredientes prohibidos en Europa. Uno de estos ingredientes, que ha estado bajo el radar durante más de 50 años, es el colorante conocido como Rojo 3, también llamado azorrubina o E-122.
Este colorante, común en caramelos, cereales, condimentos, patatas fritas y medicamentos, está nuevamente siendo evaluado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), que podría optar por prohibirlo, siguiendo los pasos de Europa, donde ya está vetado.
El colorante, que fue prohibido en cosméticos desde 1990, ha sido uno de los seis aditivos que recientemente fueron eliminados de las escuelas públicas de California. Esta medida fue impulsada por un informe de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de California (EPA) que señala una posible correlación entre el consumo de colorantes alimentarios y el agravamiento de los síntomas de trastornos como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
Expertos en salud, como el pediatra conductual Lawrence Diller, insisten en que la idea de que los colorantes alimentarios exacerban el TDAH es una “leyenda urbana”.
¿Qué son los colorantes alimentarios?
Los colorantes alimentarios son sustancias utilizadas para dar color a los alimentos y bebidas. De los 36 aditivos aprobados por la FDA, 27 son naturales, derivados de plantas como la remolacha o la cúrcuma, y nueve son artificiales, generalmente fabricados a partir de petróleo. El Rojo 3 es uno de estos últimos.
Aunque algunos estudios han identificado una correlación entre el consumo de colorantes artificiales y la exacerbación de síntomas de TDAH y otros trastornos del comportamiento, como la hiperactividad, la comunidad científica aún no ha logrado establecer una relación causal definitiva.
El debate sobre los efectos de los colorantes
La controversia comenzó en la década de 1970, cuando un alergólogo sugirió que eliminar los colorantes de la dieta podría aliviar los síntomas del TDAH. Sin embargo, los estudios de los años 80 desacreditaron esta idea, aunque investigaciones más recientes han encontrado una pequeña asociación entre el consumo de colorantes y el agravamiento de los síntomas del TDAH.
Un meta-análisis realizado en 2021 por la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental de California sugirió que muchos niños podrían estar ingiriendo cantidades superiores a los niveles “seguros” de colorantes, y que esto podría estar relacionado con el aumento de los síntomas de TDAH.
A pesar de la preocupación, los estudios no han demostrado que los colorantes sean la causa principal de los problemas de comportamiento, ya que otros factores como el azúcar, el ácido glutámico y el benzoato sódico también podrían estar involucrados. La FDA, por su parte, mantiene que no existe suficiente evidencia para vincular los colorantes con la hiperactividad generalizada en los niños.
¿Qué pueden hacer los padres?
La mayoría de los expertos coinciden en que, si bien el consumo de colorantes es relativamente bajo, los padres deberían evitar la ingesta excesiva de productos que los contengan.
En lugar de eliminar estos productos por completo, se recomienda moderar su consumo. Además, dado que el consumo de productos con colorantes ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, los padres deben ser más cautelosos al elegir los alimentos de sus hijos.
La FDA recomienda un límite diario de 3,75 mg de Rojo 40 por cada kilogramo de peso corporal, pero estudios demuestran que es fácil que los niños superen este límite en una sola ocasión. Por ejemplo, una lata de refresco, una bolsa de Skittles y una porción de pastel con glaseado rojo pueden contener hasta 130 mg de colorante.
Para aquellos padres preocupados por el comportamiento de sus hijos, algunos sugieren probar un período de eliminación de colorantes durante dos semanas para ver si hay alguna mejora. En general, se aconseja priorizar los alimentos frescos y enteros, que naturalmente contienen menos colorantes y otros aditivos.