En un hallazgo poco común en el ámbito de la gastroenterología, un equipo médico ha documentado el caso de una mujer de 59 años que desarrolló un absceso hepático como resultado de una fístula enterohepática, una complicación poco frecuente asociada a la enfermedad de Crohn. Esta enfermedad inflamatoria intestinal crónica, caracterizada por la formación de trayectos fistulosos y abscesos, puede llevar a complicaciones severas que requieren atención médica especializada.
La paciente, con antecedentes de enfermedad de Crohn y una resección ileocólica previa debido a fístulas enteroentéricas, acudió al Departamento de Emergencias con un dolor abdominal persistente en el lado derecho que había durado 10 días. Las investigaciones diagnósticas, que incluyeron estudios de imagen, revelaron la presencia de una fístula enterohepática y un absceso hepático de 3-4 cm en el segmento V del hígado.
El tratamiento inicial consistió en un enfoque conservador, que incluyó drenaje radiológico y antibióticos, lo que permitió que la paciente fuera dada de alta. Un mes después, se programó una laparotomía electiva en la que se realizó una resección de la anastomosis ileocólica, reanastomosis ileotransversa y retiro del catéter. La recuperación posoperatoria fue favorable, y la paciente fue dada de alta en buenas condiciones el día 11 tras la cirugía.
Este caso no solo ilustra la complejidad y las diversas complicaciones que pueden surgir en pacientes con enfermedad de Crohn, sino que también resalta la escasez de casos documentados de fístulas enterohepáticas en la literatura médica, con solo otros dos informes similares. La falta de pautas estandarizadas en el manejo de estas complicaciones subraya la necesidad de un enfoque individualizado en el tratamiento, donde el seguimiento cercano es esencial para determinar la necesidad de intervenciones quirúrgicas adicionales.
El informe concluye que, aunque el tratamiento conservador inicial puede resultar efectivo, es fundamental que los médicos permanezcan alertas ante la posibilidad de complicaciones severas en pacientes con enfermedad de Crohn, garantizando así una atención adecuada y oportuna.
Discusión del caso
Se determina que esta enfermedad afecta predominantemente a mujeres y que históricamente ha sido más común en América del Norte y Europa, además de tener un aumento notable en regiones en desarrollo como Asia, América Latina y África. Esto sugiere un posible vínculo entre cambios en el estilo de vida y la urbanización.
También, el sistema de clasificación de Montreal ayuda a categorizar la EC en diferentes fenotipos, siendo la forma penetrante, que incluye complicaciones como fístulas, una de las más graves. Aproximadamente el 50% de los pacientes desarrollan fístulas a lo largo de dos décadas, lo que presenta retos significativos en su manejo.
De esta forma, la literatura sobre complicaciones específicas como las fístulas enterohepáticas es limitada, aunque se han documentado casos que destacan la complejidad de su tratamiento. Algunos pacientes han respondido bien a enfoques conservadores, combinando drenaje y antibióticos, mientras que otros han requerido cirugía.
Los hallazgos intraoperatorios pueden revelar fístulas no detectadas previamente, lo que subraya la necesidad de un diagnóstico temprano. La ecografía es la herramienta inicial recomendada para identificar abscesos, seguida de técnicas de imagen más avanzadas para evaluar fístulas.
