“Este es un nuevo instrumento que nos ayuda a entender el riesgo que presenta el calor”, afirmó el comisionado de Salud del Estado de Nueva York, Dr. James McDonald, al presentar el Heat Risk & Illness Dashboard, que permite monitorear el HeatRisk por condado hasta con siete días de anticipación. El reporte del MMWR de los CDC mostró que, entre mayo y septiembre de 2024, un aumento en el nivel del índice HeatRisk se tradujo en más visitas a urgencias por enfermedades relacionadas con el calor en seis de siete regiones del estado, a pesar de que el 79 % de los días estuvieron en riesgo “nulo o menor” y solo el 0.3 % alcanzó el nivel “extremo”.
En 2025, esa amenaza se ha vuelto aún más tangible. En junio, más de 40 estaciones del sistema meteorológico de Nueva York (Mesonet) registraron récords de temperatura máxima, destacando el Bronx con 100.6 °F (≈ 38 °C). Además, en Whitehall, el índice de sensación térmica llegó a 117 °F, nuevo récord de la red. En la ciudad de Nueva York, el aeropuerto JFK alcanzó los 100 °F (38 °C) el 24 de junio – la primera vez desde 2013. Ese mismo día, se emitió una declaración de emergencia en varios condados del estado ante la ola de calor, considerada de potencial impacto histórico, por romper registros que databan de hace más de 125 años.
Esta ola fue parte de una ola de calor inusitada en el este del país, donde se registraron cientos de récords diarios de temperatura, afectando a decenas de millones de personas y evidenciando que eventos de este tipo están ocurriendo con mayor frecuencia debido al cambio climático.
En este contexto, el Dashboard de HeatRisk —desarrollado en colaboración entre el NYS Department of Health, UAlbany Mesonet y NOAA/CDC— se vuelve fundamental. Al integrar datos meteorológicos en tiempo real, pronósticos por condado y patrones recientes de enfermedades por calor, ofrece un apoyo clave para alertar, anticipar demanda hospitalaria y activar medidas como centros de enfriamiento o ajustes en actividades escolares o laborales.
La lección es contundente: lo que en 2024 se evaluaba con precisión gracias al HeatRisk hoy ya no es solo una proyección, sino una realidad palpable. Con temperaturas récord en 2025, el índice actúa como señal temprana esencial para proteger a poblaciones vulnerables, como mayores, personas con enfermedades crónicas o quienes viven sin acceso a refrigeración. Para profesionales de salud pública y cuidados médicos, esto significa anticiparse, educar comunitariamente, activar recursos y comunicar con urgencia. Porque cuando HeatRisk sube, la atención médica —y la prevención— deben subir al mismo ritmo.