Alerta global: la FDA expone sitios que venden “Botox” falsificado y advierte de riesgo grave

nota sÁbado 4 am
La agencia reguladora estadounidense envió cartas de advertencia a 18 sitios web que comercializaban versiones no autorizadas del neuromodulador, tras reportes de efectos tóxicos y parálisis respiratoria.

“La FDA advierte que los productos de toxina botulínica no aprobados o mal etiquetados pueden provocar síntomas compatibles con botulismo, incluyendo dificultad para respirar o tragar”, afirmó el comisionado Marty Makary.

La acción se produjo luego de que la FDA detectara ventas en línea de medicamentos etiquetados como “Botox”, “Botulax”, “Wutox” o similares, que no estaban aprobados, carecían de control de calidad y estaban siendo administrados fuera de entornos clínicos autorizados.

Los productos regulados de toxina botulínica (como los aprobados en EE. UU.: Botox, Dysport, Xeomin, entre otros) llevan una “caja negra” en su etiquetado, la advertencia más grave de la FDA, que señala riesgo de diseminación de la toxina, parálisis muscular y muerte.

Entre los problemas identificados al usar estos productos no autorizados se encuentran: parálisis de músculos de la respiración, visión doble, dificultad para tragar y debilidad generalizada, síntomas típicos del botulismo. La FDA señala que algunos casos ya se investigan por daños severos.

Para los profesionales de la salud, este aviso tiene implicaciones clave:

  • Verificar siempre que el neuromodulador inyectado esté restringido para uso médico/cosmético autorizado y provenga de fabricantes aprobados.
  • Asegurarse de que el procedimiento se realice en un entorno clínico con licencia y personal entrenado.
  • Monitorear al paciente tras la inyección por signos tempranos de diseminación de la toxina: dificultad respiratoria, disfagia, diplopía.
  • Reportar eventos adversos a través de los sistemas regulatorios correspondientes.

En conclusión, la alerta de la FDA subraya que aunque la toxina botulínica es uno de los tratamientos estéticos y médicos más utilizados, su seguridad depende de origen autorizado, dosis controlada y administración profesional. La comercialización no regulada representa un riesgo potencialmente letal que exige vigilancia activa en dermatología, cirugía plástica, neurología y medicina estética.

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