El cribado de cáncer de pulmón puede reducir la mortalidad hasta un 20%

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"Desde las nuevas opciones terapéuticas hasta las cirugías menos invasivas, estamos viendo un futuro mucho más prometedor para nuestros pacientes", destaca el Dr. Pedro Solivan.

De acuerdo con la Sociedad Americana Contra el Cáncer, el cáncer de pulmón representa una de cada cinco de todas las muertes por cáncer en Estados Unidos. En cuanto a los diagnósticos, en Estados Unidos se detectan 47 casos de cáncer pulmonar por cada 100,000 habitantes, mientras que en Puerto Rico la incidencia es más baja, con 15 casos por cada 100,000 habitantes. 

Aunque las estadísticas en Puerto Rico no son alarmantes, frente a otros territorios americanos, especialistas coinciden con la necesidad urgente de promover el cribado. Se ha demostrado que esta práctica puede reducir la mortalidad global de un 6,7% a un 20%, y hasta un 39% en los casos atribuibles a cáncer de pulmón.

La relación entre el cáncer de pulmón y el tabaquismo es bien conocida, con un 90% de los casos asociándose al consumo de tabaco. Sin embargo, durante el encuentro se hizo un llamado a ampliar las políticas de prevención para incluir la contaminación ambiental, que también contribuye significativamente a la incidencia de la enfermedad. Investigaciones recientes indican que al menos un 9% de las muertes por cáncer de pulmón están vinculadas a la exposición a partículas contaminantes, afectando incluso a no fumadores.

Otras investigaciones sugieren que el 80% de los diagnósticos de cáncer de pulmón se producen en fases avanzadas, lo que limita las opciones de tratamiento. De allí la urgencia de desarrollar políticas que incluyan programas de cribado para favorecer el diagnóstico temprano, con el fin de aumentar las tasas de supervivencia.

Según el Dr. Pedro Solivan, hematólogo oncólogo, los avances en el tratamiento del cáncer de pulmón han generado mejoras significativas en la supervivencia de los pacientes, especialmente aquellos en etapas avanzadas. «Antes, un paciente con enfermedad avanzada no pasaba de un año; 13 meses era el promedio máximo. Solo un 5% de los pacientes con cáncer de pulmón avanzado llegaban a vivir cinco años», explica. Sin embargo, con la introducción de la inmunoterapia, las estadísticas han cambiado notablemente.

«En los pacientes con enfermedad avanzada, estamos viendo tasas de supervivencia del 20% al 40%, dependiendo del caso, algo que era impensable hace unos años. En los pacientes con estadios tempranos, aún no tenemos una cifra concreta, porque muchos de ellos siguen sobreviviendo. Estas estadísticas toman tiempo en consolidarse, pero ya se observan porcentajes altos de pacientes curados, con supervivencias de 30 o 48 meses tras las terapias preoperatorias», detalla el especialista.

Estos tratamientos incluyen inmunoterapia y terapias dirigidas que se administran antes de la cirugía, seguidas de tratamientos postoperatorios. «Esta estrategia ha cambiado radicalmente el panorama. Antes, los pacientes esperaban a que el cáncer volviera para recibir tratamiento adicional. Ahora, intervenimos de forma más proactiva», afirma.

El Dr. Solivan también destaca que la clave del futuro está en la evaluación molecular y las terapias dirigidas, las cuales continúan evolucionando. «Estamos identificando mutaciones específicas en los tumores y desarrollando medicamentos cada vez más precisos para tratarlas. Muchas de las terapias iniciales que dejaron de ser efectivas ya tienen un ‘próximo paso’ con nuevas drogas que están mostrando resultados prometedores», señala.

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