Un estudio pionero realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins en Maryland ha revelado que es posible detectar signos tempranos de cáncer en la sangre de los pacientes hasta tres años antes de que se realice un diagnóstico clínico. El hallazgo podría revolucionar la forma en que se detectan y tratan los tumores, aumentando significativamente las tasas de supervivencia.
La investigación, publicada en la revista Cancer Discovery, se centra en los diminutos fragmentos de material genético que desprenden los tumores, conocidos como ADN tumoral circulante (ctADN). Estos biomarcadores permiten identificar la presencia de cáncer incluso cuando se encuentra en sus etapas más tempranas y difíciles de detectar.
«Tres años antes se puede intervenir», afirma Yuxuan Wang, investigador oncológico de Johns Hopkins. «Es probable que los tumores estén mucho menos avanzados y tengan más probabilidades de ser curables».
El equipo científico analizó muestras de sangre de 52 personas: 26 que desarrollaron cáncer en los seis meses posteriores a la toma de muestra, y 26 que no presentaron la enfermedad. Utilizando una prueba de detección temprana de múltiples tipos de cáncer (MCED), los investigadores lograron identificar la enfermedad en ocho casos, lo que representa casi el 31% de los pacientes que eventualmente fueron diagnosticados.
De esos ocho casos, seis tenían muestras de sangre tomadas entre 3,1 y 3,5 años antes del diagnóstico, y en cuatro de ellas ya se detectaban rastros del ctADN. Estos fragmentos estaban presentes en niveles hasta 80 veces más bajos que los detectables por pruebas actuales, lo que indica la necesidad de desarrollar análisis mucho más sensibles para una detección verdaderamente anticipada.
«Este estudio muestra la promesa de las pruebas MCED para detectar cánceres muy tempranos y establece los niveles de sensibilidad de referencia necesarios para su éxito», afirma Bert Vogelstein, investigador del Centro Ludwig de Johns Hopkins.
No obstante, los expertos advierten que aún queda un largo camino por recorrer antes de implementar esta tecnología a gran escala. Hacer que las pruebas sean lo suficientemente sensibles, reproducibles y asequibles, además de aprobarlas en ensayos clínicos y regulaciones, sigue siendo un reto considerable.
«Detectar los cánceres años antes de su diagnóstico clínico podría ayudar a proporcionar un tratamiento con resultados más favorables», sostiene Nickolas Papadopoulos, también investigador del Centro Ludwig. «Por supuesto, necesitamos determinar el seguimiento clínico adecuado después de una prueba positiva para estos cánceres».
La posibilidad de diagnosticar tumores años antes de que aparezcan los síntomas abre una nueva esperanza en la medicina preventiva y el tratamiento personalizado del cáncer.
Fuente consultada: AQUÍ