En el marco del congreso especializado en neurología, la Dra. María Eugenia García Ayala, neuróloga y superespecialista en dolores de cabeza, abordó las diferencias entre la migraña episódica y la migraña crónica, así como los tratamientos disponibles para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La especialista explicó que la principal diferencia entre ambas condiciones radica en la frecuencia de los episodios. «La migraña episódica ocurre menos de 15 días al mes, mientras que la migraña crónica se presenta en más de 15 días al mes», señaló la doctora. A partir de cuatro días de dolor al mes, se recomienda iniciar un tratamiento preventivo para reducir la frecuencia de los episodios.
Para diagnosticar la migraña, se deben cumplir ciertos criterios, como haber experimentado al menos cinco episodios en la vida, con una duración de entre 4 y 72 horas. «El dolor puede localizarse en un solo lado de la cabeza, ser pulsátil, de intensidad moderada a severa y agravarse con la actividad física. Además, puede estar acompañado de náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al ruido», explicó la neuróloga.
La migraña puede dividirse en cuatro fases: premonitoria, aura, dolor de cabeza y posdromo. «Algunos pacientes identifican factores desencadenantes como el estrés, la deshidratación, ciertos alimentos y la falta de sueño, pero no siempre es posible prevenir los episodios», agregó la Dra. García Ayala.
Respecto a la predisposición genética, la neuróloga destacó que la migraña es más común en mujeres debido a la fluctuación hormonal de los estrógenos. En Puerto Rico, de acuerdo con la información proporcionada por la neuróloga, aproximadamente medio millón de personas padecen esta condición, la cual impacta su vida personal, profesional, social y emocional.
Sobre el tratamiento, la Dra. García Ayala subrayó la importancia de un enfoque multidisciplinario que involucre neurólogos, psicólogos, psiquiatras, fisioterapeutas y otros especialistas.
«Es clave educar al paciente sobre su condición y ofrecer opciones terapéuticas, que van desde el control de hábitos de vida hasta medicamentos específicos, bloqueos nerviosos e incluso la aplicación de toxina botulínica en casos de migraña crónica», indicó.
En los últimos años, se han desarrollado tratamientos innovadores basados en el bloqueo de moléculas como el CGRP, sustancia clave en la generación del dolor migrañoso. «Desde 2018, han surgido fármacos diseñados específicamente para prevenir y tratar la migraña, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes», afirmó la especialista.Finalmente, la doctora hizo un llamado a la concienciación sobre esta condición, destacando que la migraña es una enfermedad real que requiere diagnóstico y tratamiento adecuado. «Es fundamental que los pacientes consulten a su neurólogo para recibir una atención personalizada y mejorar su bienestar», concluyó.
