El Departamento de Salud de Puerto Rico ha informado que 1 de cada 6 personas en la isla tiene diabetes y se estima que el número podría ser mayor, ya que muchas de estas aún no han sido diagnosticadas.
En este sentido, el Dr. Carlos Crespo, decano de la Escuela de Profesiones de la Salud en la Universidad de Illinois en Chicago e investigador del Hispanics in Research Capability (HiREC), ofrece en exclusiva para PHLatam una perspectiva renovada sobre el impacto de la actividad física en la salud general, especialmente para personas con diabetes tipo 2.
El Dr. Crespo subrayó que la actividad física no necesariamente implica un régimen estricto o costoso. Para él, el ejercicio debe ser visto como un estilo de vida accesible a todos, independientemente de si se cuenta con una membresía en un gimnasio o el equipo adecuado. «Es importante entender que la actividad física no es un ejercicio específico. Es más bien un estilo de vida. Puedes moverte en cualquier momento del día, ya sea caminando, corriendo, o incluso jugando con tus hijos o nietos», afirmó el Dr. Crespo.
El especialista también aclaró que las recomendaciones sobre actividad física no varían significativamente para personas con diabetes tipo 2. «30 minutos de actividad física al día, 5 veces a la semana, es lo que se recomienda para la mayoría de las personas», dijo. Sin embargo, el Dr. Crespo enfatizó en la necesidad de estar atentos a las condiciones fisiológicas que afectan a las personas con diabetes, como la neuropatía, que puede dificultar la sensación de heridas en los pies. Además, sugiere que las personas con diabetes presten atención al calzado adecuado y mantengan una hidratación adecuada mientras realizan ejercicio.
A pesar de la creencia común de que la actividad física está directamente relacionada con la pérdida de peso, el Dr. Crespo asegura que el mayor beneficio del ejercicio no es necesariamente bajar de peso. «El mayor beneficio de la actividad física es controlar la diabetes, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejorar la salud mental. La pérdida de peso es solo un efecto secundario», afirmó.
El Dr. Crespo también destacó la importancia de ejercicios de flexibilidad y balance, especialmente para las personas mayores o aquellos con condiciones como diabetes. «La flexibilidad es crucial para prevenir dolores musculares y mejorar el rendimiento en actividades físicas. También es clave para evitar caídas, que son riesgosas para quienes tienen neuropatía», explicó. Ejercicios como yoga, pilates y tai chi son opciones efectivas para mejorar la flexibilidad y el balance, y pueden adaptarse a personas de todas las edades.
El Dr. Crespo también abordó el impacto del ejercicio para quienes se han sometido a una cirugía bariátrica. Aunque reconoció que la cirugía puede ser eficaz para perder peso, advirtió que el ejercicio es esencial para mantener el peso alcanzado. «El ejercicio ayudará a prevenir el aumento de peso después de una cirugía bariátrica. No lo va a hacer perder más peso, pero sí a mantener lo que ya ha perdido», finalizó.