El embarazo en alto riesgo es un tema que cada vez adquiere mayor relevancia en el ámbito de la gineco-obstetricia, principalmente en la detección temprana de condiciones que pueden amenazar la vida tanto de la madre como del bebé. La preeclampsia, una de las complicaciones más peligrosas del embarazo, puede ser identificada y tratada de manera más efectiva gracias a nuevos enfoques en el control perinatal, como lo explica el Dr. Germán Ruiz Cortés, ginecólogo y obstetra de la Clínica del Country y especialista en Medicina Materno Fetal.
Tradicionalmente, los médicos obstetras evaluaban a las mujeres en el último trimestre de su embarazo, identificando complicaciones cuando ya eran evidentes. Sin embargo, el contexto del control perinatal ha evolucionado drásticamente. Según el Dr. Ruiz Cortés, “desde el primer trimestre podemos identificar factores de riesgo que nos permiten disminuir la morbi-mortalidad». Esto incluye no solo la preeclampsia, sino también diabetes gestacional, infecciones, y anomalías congénitas.
La clave de esta detección precoz radica en el uso de un tamizaje específico que permite identificar a las pacientes de alto riesgo antes de que surjan complicaciones graves. Estos marcadores ofrecen a los médicos herramientas para anticipar riesgos y aplicar tratamientos que pueden cambiar drásticamente el curso de la enfermedad.
El avance en la comprensión de la preeclampsia y sus mecanismos fisiopatológicos ha permitido desarrollar modelos predictivos que son capaces de identificar a las mujeres en riesgo de desarrollar esta condición. «Medir los factores antiangiogénicos y angiogénicos de manera temprana es crucial», explica el Dr. Ruiz Cortés. Estos factores reflejan la salud de la placenta y su capacidad de sustentar un embarazo seguro.
En clínicas de países desarrollados, se ha observado una notable reducción de la mortalidad asociada a la preeclampsia gracias a la implementación de estos modelos predictivos. El Dr. Ruiz menciona que «en la Clínica del Country estamos logrando estadísticas similares gracias a nuestro alto nivel técnico-científico y al acceso que nuestra población tiene a estas herramientas».
A pesar de los avances, la realidad es que la mortalidad por preeclampsia sigue siendo alta en países en vías de desarrollo. La clasificación de la hipertensión gestacional versus la crónica es fundamental para entender y anticipar sus complicaciones. «La preeclampsia es un factor de riesgo cardiovascular que puede tener repercusiones a largo plazo en la salud de una mujer», menciona el Dr. Ruiz Cortés.
A medida que la investigación avanza y más herramientas se vuelven disponibles, el tratamiento de la preeclampsia se convierte en un área de creciente optimismo. El médico especialista enfatiza que “con el uso de aspirina y la detección temprana de factores de riesgo, podemos reducir la incidencia de la preeclampsia en hasta un 90%». El desarrollo de protocolos específicos y una formación continua del personal médico son pasos hacia un futuro donde la mortalidad por esta condición crítica sea la excepción y no la norma.
La preeclampsia no es solo un reto médico, sino un desafío preventivo que, con las herramientas adecuadas, puede afrontar un cambio significativo. La colaboración entre médicos y las investigaciones está comenzando a dar frutos, y la visión de un futuro con cero muertes por preeclampsia se convierte en una posibilidad tangible.
