El COVID-19 trajo consigo muchos cambios, por ejemplo, los hábitos de higiene, siendo el uso del tapabocas uno de los más significativos. Este elemento ha tenido un efecto colateral positivo: una notable disminución en los casos de gripe, así como en otras infecciones respiratorias. Sin embargo, estas últimas siguen presentes en nuestro entorno y en varias ocasiones genera complicaciones graves a la población.
Es importante mencionar que la Organización Panamericana de la Salud indica que uno de los efectos inmediatos del cambio climático es el agravamiento de las enfermedades respiratorias. Es por eso que la Dra. Ángela Aguirre, neumóloga y líder de la línea de infecciones respiratorias de la Fundación Santa Fe de Bogotá, explica qué son las infecciones respiratorias y cuáles son las más comunes.
La especialista indica que, en su mayoría, son enfermedades autolimitadas causadas por virus y bacterias, con la gripe siendo la más prevalente y uno de los mitos más comunes es la creencia de que los cambios de temperatura aumentan la probabilidad de contraer infecciones respiratorias.
La doctora Aguirre aclara que, aunque la humedad y el frío pueden incrementar la propagación de virus, los cambios bruscos de temperatura en sí no cambian la susceptibilidad del organismo a padecer estas infecciones.
En la búsqueda por entender mejor las infecciones respiratorias, la Dra. Aguirre desmitifica varias creencias populares: mojarse con la lluvia o caminar descalzo no incrementa el riesgo de enfermarse. En cambio, enfatiza la importancia de una buena higiene respiratoria y la vacunación, especialmente contra la influenza, para prevenir estos males.
También, la Dra. Aguirre trata el tema de remedios caseros y su efectividad. Si bien algunas prácticas, como consumir bebidas calientes, pueden aliviar síntomas de forma subjetiva, no hay evidencia científica que respalde su capacidad para curar una infección. Por otro lado, resalta la importancia de una alimentación balanceada y la hidratación, ya que contribuyen a un sistema inmunológico más robusto.
Los grupos más vulnerables a complicaciones graves, como neumonía, son los niños no vacunados y los adultos mayores con condiciones preexistentes. La clave para prevenir estas complicaciones radica en la educación y la adopción de hábitos de vida saludables, que incluyen una dieta rica en nutrientes y ejercicio regular.
Con todo esto en mente, la Dra. Aguirre invita a las personas a cuidar su salud, destacando que, si bien el COVID-19 nos enseñó la importancia del autocuidado, no debemos perder de vista otras infecciones respiratorias que siguen afectando a la población.
Cabe resaltar que la educación y la prevención son esenciales para vivir de manera saludable en un mundo post-pandémico. Mantener prácticas de higiene, vacunarse y cuidar nuestra alimentación son pasos fundamentales para proteger nuestra salud y la de quienes nos rodean.