Una ‘autovacuna’ experimental logra un año de protección contra la anafilaxia mortal

original web 2025 12 05t174123.022
La vacuna IgE-K generó anticuerpos neutralizantes duraderos y protegió a los ratones incluso frente a la exposición al cacahuete.

Una vacuna experimental desarrollada por un equipo internacional de científicos, liderados por la inmunóloga española Eva Conde, ha demostrado proteger a ratones durante un año completo contra la anafilaxia, la reacción alérgica más grave y potencialmente mortal. El avance, publicado en Science Translational Medicine, abre la puerta a un tratamiento de larga duración para alergias severas como el asma o las alergias alimentarias.

La anafilaxia

La anafilaxia es una respuesta sistémica descontrolada caracterizada por la constricción de las vías respiratorias y alteraciones peligrosas en la circulación sanguínea. El proceso está impulsado por los anticuerpos inmunoglobulina E (IgE), que activan mastocitos y basófilos al unirse a sus receptores (FcERI), desencadenando una cascada inflamatoria potencialmente fatal.

Hasta ahora, los tratamientos más eficaces han sido los fármacos anti-IgE, como el omalizumab, que requieren inyecciones cada 2 a 4 semanas, lo que aumenta los costos y dificulta la adherencia a largo plazo.

La investigadora Eva Conde y su equipo ya habían explorado esta tecnología antes, utilizando vacunas dirigidas contra las citocinas IL-4 e IL-13. En ese estudio, publicado en Nature Communications en 2019, lograron protección de hasta un año en modelos animales. “Ese hallazgo nos hizo pensar que esta tecnología es capaz de ofrecer una protección duradera”, explica Conde. Llevar el enfoque hacia IgE representó un desafío mayor debido a su estructura compleja, pero los resultados superaron las expectativas.

La ‘autovacuna’: una estrategia para generar anticuerpos propios

Buscando una solución duradera y más accesible, los científicos diseñaron IgE-K (IgE kinoide), una vacuna conjugada capaz de estimular al propio organismo para producir anticuerpos anti-IgE de forma continua, en lugar de depender de anticuerpos terapéuticos externos.

¿Cómo está diseñada esta vacuna?

La IgE-K combina:

  • Un fragmento de la IgE con una mutación (G335C) que mantiene al anticuerpo en un estado “cerrado”, impidiendo su unión al receptor FcERI.
  • Una proteína transportadora altamente inmunogénica (CRM197), utilizada para potenciar la respuesta inmune.

Con solo dos dosis, los ratones generaron anticuerpos neutralizantes comparables a los producidos por el omalizumab. Estos anticuerpos se mantuvieron en circulación hasta 12 meses, proporcionando protección incluso ante uno de los alérgenos más peligrosos: el cacahuete.

Los análisis realizados por expertos externos, como la inmunóloga Danielle Della Libera de McMaster University, destacan que la fuerte reducción de anafilaxia sin efectos adversos convierte a IgE-K en “un candidato terapéutico muy atractivo que satisface una necesidad importante”.

Un aspecto clave es que la vacuna no altera la respuesta del sistema inmune a infecciones parasitarias, lo que sugiere que los mastocitos mantienen su funcionalidad.

Próximos pasos

El equipo planea avanzar hacia las evaluaciones de seguridad y los primeros estudios en humanos. “Los próximos pasos inmediatos son continuar trabajando en la formulación de la vacuna junto con nuestro socio industrial”, señala Conde. “Prevemos iniciar un ensayo clínico lo antes posible, aunque todavía es temprano para definir una fecha”.

Fuente original aquí 

Últimos artículos

Accede a la revista sobre Mieloma Múltiple

ingresa tus datos para
recibir la revista por email