Un caso clínico inusual ha sido reportado en un hombre de 65 años que presentó un mixofibrosarcoma cardíaco primario en la aurícula izquierda, una neoplasia extremadamente rara que puede imitar un mixoma cardíaco benigno.
Las neoplasias malignas primarias del corazón son tan infrecuentes que su incidencia se estima en sólo el 0,07% de las autopsias, y los sarcomas primarios constituyen hasta el 95% de estas, siendo los mixofibrosarcomas un subgrupo que representa apenas el 10%.
El paciente llegó a urgencias con dolor torácico abrupto, donde se registraron signos de fibrilación auricular, con una frecuencia cardíaca de 180 latidos por minuto y una presión arterial de 130/80 mmHg. Las imágenes cardíacas revelaron un tumor polipoide en el tabique auriculoventricular que estaba obstruyendo la válvula mitral, una condición que suele llevar a diagnósticos erróneos de mixoma, dado que alrededor del 90% de los pacientes presentan síntomas inespecíficos y características similares en las pruebas de imagen.
Tras la extirpación quirúrgica del tumor, la evaluación histopatológica mostró un patrón multinodular con áreas hipocelulares y pleomórficas. Se reportó un recuento mitótico de 11 en 10 campos de alto aumento y la necrosis afectaba a menos del 50% del área del tumor. Las pruebas inmunohistoquímicas indicaron que las células tumorales eran negativas para calretinina y MDM2, pero positivas para CD34, lo que llevó a clasificar la neoplasia como un mixofibrosarcoma de grado intermedio.
Este caso resalta la importancia de una evaluación histopatológica e inmunohistoquímica detallada en la caracterización de tumores cardíacos. A pesar de que estos tumores pueden parecer benignos en las imágenes, su infiltración profunda en los tejidos subyacentes puede complicar la planificación quirúrgica, resultando en resecciones incompletas.
Los autores del estudio concluyen que, debido a la rareza de los mixofibrosarcomas, la evidencia sobre su manejo diagnóstico y terapéutico es limitada. Es crucial que los médicos mantengan un alto índice de sospecha y realicen evaluaciones exhaustivas para asegurar un tratamiento adecuado, minimizando así el riesgo de complicaciones en el futuro.
Este caso nos recuerda que, aunque un tumor pueda parecer inocente, su naturaleza puede ser mucho más compleja de lo que inicialmente aparenta. La atención y el cuidado en el diagnóstico son fundamentales para ofrecer el mejor seguimiento y tratamiento adecuado cuando sea necesario.