Ni dietas milagrosas o soluciones rápidas ¡Toma el control de la obesidad!

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Algunas dietas limitan la cantidad de ciertos grupos de alimentos, como aquellos con alto contenido de carbohidratos o grasas. Sin embargo, siempre consulta con un profesional de la salud para saber qué planes de alimentación pueden ser efectivos y adecuados para ti. Imagen de archivo.

Las dietas relámpago que prometen una pérdida de peso rápida y fácil pueden ser muy tentadoras para combatir la obesidad, pero la realidad es que no existen alimentos mágicos ni soluciones rápidas. 

Aunque estas dietas o planes de alimentación pueden ayudar a corto plazo a bajar de peso, los resultados no suelen ser sostenibles con el tiempo, ya que según explica el hospital Mayo Clinic, es probable que recuperes el peso perdido una vez que dejes la dieta.

La mejor forma de tratar la obesidad y obtener un peso ideal es adoptando hábitos de alimentación saludables que se puedan mantener a largo plazo. Para eso existen algunas estrategias que comparte el hospital Mayo Clinic y los Institutos Nacionales de Salud.

Importancia de disminuir las calorías

La clave para bajar de peso es consumir menos calorías de las que gastas diariamente. Para empezar, revisa tus hábitos alimenticios y de bebidas. Evalúa cuántas calorías consumes normalmente y cómo puedes reducirlas. 

Para lograrlo es ideal consultar con un profesional de la salud para determinar la cantidad de calorías que debes ingerir diariamente. Generalmente, se recomienda un consumo de 1200 a 1500 calorías diarias para mujeres y 1500 a 1800 para hombres.

Algunos alimentos, como postres, caramelos, grasas y alimentos procesados, tienen muchas calorías en porciones pequeñas. Por el contrario, las frutas y verduras ofrecen porciones más grandes con menos calorías. 

Por eso, la comunidad médica recomienda optar por productos naturales, ya que tienen menos calorías y ayudan a disminuir la sensación de hambre, contribuyendo a manejar la obesidad. 

Elige siempre una alimentación equilibrada

Para hacer tu dieta más saludable, enfócate en consumir más alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras y granos integrales. Elige fuentes magras de proteínas, como frijoles, lentejas, soja y carnes magras. 

Dentro de la alimentación saludable es importante limitar la sal y el azúcar agregada. Lo ideal es que consumas grasas saludables de fuentes como aceites de oliva, canola y frutos secos.

Algunas dietas limitan la cantidad de ciertos grupos de alimentos, como aquellos con alto contenido de carbohidratos o grasas. Sin embargo, siempre consulta con un profesional de la salud para saber qué planes de alimentación pueden ser efectivos y adecuados para ti. 

Algunos planes de dieta proponen reemplazar una o dos comidas diarias con productos bajos en calorías, como batidos o barritas, y consumir refrigerios saludables. La tercera comida debe ser equilibrada y baja en grasas y calorías. 

Este tipo de dieta puede ser útil para perder peso a corto plazo, pero es importante aprender a cambiar el estilo de vida de forma gradual para lograr los objetivos a largo plazo. 

En definitiva, la clave para controlar la obesidad es realizar cambios saludables en tu estilo de vida que puedas mantener con el tiempo. Consulta siempre con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier plan de pérdida de peso y enfócate en cambios que puedas cumplir para mejorar tu salud. 

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