En un avance significativo en el tratamiento del linfoma de Hodgkin avanzado, un estudio financiado por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) ha revelado que la combinación del medicamento de inmunoterapia nivolumab (Opdivo) con un régimen de quimioterapia podría mejorar las tasas de curación en adolescentes y adultos.
Los resultados se basan en un estudio que involucró a casi 1,000 pacientes. Aquellos que recibieron una combinación de nivolumab y el régimen de quimioterapia AVD (doxorrubicina, vinblastina y dacarbazina) mostraron mejores resultados en términos de supervivencia sin progresión del cáncer en comparación con el tratamiento estándar que incluía brentuximab (Adcetris) junto con AVD.
Dos años después de iniciar el tratamiento, el 92% de los pacientes que recibieron nivolumab con AVD estaban vivos y libres de progresión de la enfermedad, en comparación con el 83% del grupo que recibió brentuximab. Además, los pacientes del grupo de nivolumab experimentaron menos efectos secundarios y menos complicaciones graves, lo que sugiere un perfil de seguridad más favorable.
El Dr. Jonathan Friedberg, director del Instituto Oncológico Wilmot de la Universidad de Rochester y principal investigador del estudio, destacó que, históricamente, la mayoría de los pacientes que logran no tener recidivas a los dos años de finalizar el tratamiento inicial suelen considerarse curados. “Con este nuevo régimen, estamos en condiciones de curar a muchos más pacientes”, aseguró Friedberg.
Uno de los puntos más relevantes del estudio es la reducción en el uso de radioterapia, que a menudo se utiliza como medida preventiva en pacientes jóvenes, sin embargo, conlleva riesgos de efectos secundarios a largo plazo, incluidos otros tipos de cáncer. Solo siete pacientes del estudio necesitaron radioterapia tras completar el tratamiento con medicamentos, lo que acentúa un enfoque más conservador y seguro.
A pesar de que el brentuximab ha sido el estándar de tratamiento durante aproximadamente una década, su uso se ha visto limitado debido a efectos secundarios significativos, como la neuropatía periférica y problemas gastrointestinales. En contraste, el nivolumab ha demostrado ser efectivo en tratamientos de segunda línea y ahora se considera un candidato fuerte para la terapia inicial.
El estudio, que incluyó una población diversa de pacientes en Estados Unidos, también abordó la necesidad de incluir a adolescentes en ensayos clínicos. Aproximadamente el 25% de los participantes tenían entre 12 y 17 años, lo que representa un paso importante hacia un tratamiento más equitativo en un grupo etario que frecuentemente enfrenta desafíos únicos en el tratamiento del cáncer.
A pesar de que aún se requieren estudios a largo plazo para evaluar la eficacia duradera del tratamiento, los expertos son optimistas. El Dr. Paul Harker-Murray, especialista en linfomas, indicó que el régimen de nivolumab con AVD podría convertirse en el nuevo estándar de cuidado para pacientes jóvenes y adultos en muchos centros oncológicos.
