Nuevo estudio vincula el uso de estufas de gas con un mayor riesgo de padecer cáncer

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El benceno emitido por las estufas de gas. Este compuesto ha sido vinculado directamente con la leucemia y otras enfermedades graves.

Un reciente estudio publicado en Journal of Hazardous Materials ha encendido las alarmas sobre un enemigo silencioso en millones de hogares: el benceno emitido por las estufas de gas. Este compuesto, clasificado como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha sido vinculado directamente con la leucemia y otras enfermedades graves.

En Estados Unidos, cerca de 47 millones de hogares utilizan estufas de gas, lo que expone a sus habitantes —que pasan el 90% de su tiempo en interiores— a contaminantes como dióxido de nitrógeno, formaldehído y benceno. A nivel mundial, cientos de millones de personas cocinan a gas sin conocer los riesgos potenciales para su salud.

El estudio empleó el modelo de simulación CONTAM, del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), para analizar la calidad del aire interior en 24 tipos de viviendas y estimar el riesgo de cáncer por inhalación de benceno. Los resultados son preocupantes: el uso intensivo de estufas sin ventilación en espacios pequeños como apartamentos puede multiplicar hasta por 16 el riesgo de cáncer en niños, superando ampliamente los umbrales de seguridad recomendados por la OMS.

Las habitaciones fuera de la cocina, especialmente los dormitorios, también mostraron altas concentraciones de benceno debido a la rápida dispersión del gas. Aunque los efectos no cancerígenos fueron bajos en general, las concentraciones en escenarios de alto uso superaron los límites de exposición de referencia de la Agencia de Protección Ambiental de California (OEHHA).

Beneficios de la ventilación

La ventilación resulta clave para mitigar estos efectos. Las campanas extractoras con ventilación eficiente pueden reducir entre un 25 % y un 75 % la concentración de benceno. Por su parte, abrir las ventanas durante períodos prolongados disminuye la presencia del contaminante hasta en un 99 %, aunque en la práctica las reducciones suelen rondar el 42 % con uso moderado.

El estudio estima que, entre 6,3 millones de estadounidenses expuestos al 5 % de estufas de gas con mayores emisiones, podrían producirse entre 16 y 69 nuevos casos de leucemia por año si no se utilizan medidas de ventilación adecuadas. En promedio, se esperan 43 casos anuales con uso alto y unos 10 con uso moderado, frente a solo 1,5 con un uso bajo.

Los autores advierten que este es el primer estudio que estima directamente el riesgo de cáncer provocado por el benceno de estufas de gas, y llaman a tomar medidas urgentes para reducir la exposición, especialmente en viviendas pequeñas y mal ventiladas. Recomiendan migrar hacia cocinas eléctricas o de inducción, además de implementar políticas públicas más estrictas sobre calidad del aire interior.

“El benceno es peligroso en cualquier nivel. Nuestros hallazgos muestran que cocinar con gas puede aumentar el riesgo de cáncer, sobre todo en los niños”, concluyen los investigadores.

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