La obesidad ha dejado de ser considerada simplemente un problema estético para ser reconocida como una enfermedad crónica con graves implicaciones para la salud. La Dra. Paola Mansilla, endocrinóloga de adultos y Presidenta de la Sociedad para la Obesidad y Síndromes Asociados, destaca la importancia de este cambio de paradigma y la necesidad de un enfoque integral en su tratamiento. “Antes no se consideraba una enfermedad, hoy en día sí, y eso es lo importante de seguir educando», afirmó.
Causas multifactoriales
La obesidad no tiene una única causa, sino que es el resultado de una compleja interacción de factores genéticos, hormonales, ambientales y de estilo de vida. La Dra. Mansilla señala que, si bien existen causas genéticas y hormonales como el hipotiroidismo o el síndrome de Cushing, la mayoría de los casos están relacionados con hábitos alimenticios poco saludables, sedentarismo y factores psicológicos como la ansiedad.
La obesidad, según la experta, no solo afecta la apariencia física, sino que también puede provocar serias complicaciones a largo plazo. «Es una enfermedad como cualquier otra. Una enfermedad causa complicaciones a la larga», destacó. Entre estas complicaciones, mencionó que «la obesidad causa complicaciones cardíacas, cáncer y puede aumentar la probabilidad de tener hipertensión».
Enfoque en la salud, no solo en el peso
La especialista también abordó el impacto del estilo de vida moderno en la obesidad. «El no dormir aumenta la grelina», la hormona del hambre, lo que puede llevar a un aumento del apetito. «La ansiedad hace que también nos den estos cravings, estos antojos y abrimos y cerramos la nevera durante largas horas de la noche», añadió.
La Dra. Mansilla enfatizó la necesidad de un enfoque integral en el tratamiento de la obesidad. «No vamos a tratar lo que se ve por fuera, sino también hay que tratar lo que está ocurriendo internamente», dijo, haciendo hincapié en la importancia de tratar la salud general del paciente en lugar de enfocarse únicamente en la pérdida de peso.
Recomendaciones clave
* Alimentación saludable: Priorizar alimentos frescos y naturales, limitar el consumo de alimentos procesados, azúcares y grasas saturadas.
* Ejercicio regular: Realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana.
* Sueño adecuado: Dormir entre 7 y 8 horas por noche.
* Manejo del estrés: Buscar estrategias para reducir el estrés y la ansiedad.
* Apoyo profesional: Consultar a un médico o especialista en obesidad para recibir orientación y tratamiento personalizado.
La educación y la prevención son claves en este proceso. «Es importante concientizar a toda la población de que es una enfermedad y que puede producir otras enfermedades que se pueden evitar simplemente comiendo saludable», enfatizó en el contexto del mes de la obesidad.