Primer registro en Colombia de Sciopemyia fluviatilis, posible transmisor de leishmaniasis

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Los flebotomíneos son insectos que requieren alimentarse de sangre para completar su ciclo de vida. Foto: El Espectador

Primer registro en Colombia de Sciopemyia fluviatilis, posible transmisor de leishmaniasis

La especie Sciopemyia fluviatilis fue vista por primera vez en Colombia, así lo informaron investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL). Este insecto, que hace parte de los flebotomíneo hematófago, podría ser portador del parásito causante de la leishmaniasis. 

Este hallazgo, que amplía el conocimiento sobre la distribución de estos insectos en la región Amazónica, resalta la importancia de fortalecer la vigilancia epidemiológica para prevenir la propagación de la enfermedad.

Flebotomíneos y su relación con la leishmaniasis

Los flebotomíneos son insectos que requieren alimentarse de sangre para completar su ciclo de vida. Habitan en ambientes selváticos y se desarrollan en tierra húmeda enriquecida con materia orgánica. Durante su etapa adulta, buscan refugio en las raíces de los árboles cercanos a sus criaderos.

Hasta el momento, en Colombia se habían identificado 14 especies de flebotomíneos transmisores de leishmaniasis, pero su distribución en la Amazonia era poco conocida. Para ampliar este conocimiento, Katerine Caviedes Triana, estudiante de la Maestría en Ciencias – Biotecnología de la UNAL, capturó 1.103 ejemplares en veredas de Florencia (Caquetá) y zonas cercanas a la Reserva Natural Tanimboca y la comunidad de San Pedro de los Lagos en Leticia (Amazonas). La recolección de estos insectos se realizó durante la noche utilizando trampas de luz tipo CDC y Shannon.

Descubrimientos relevantes

El análisis taxonómico de los ejemplares recolectados permitió confirmar la presencia de ocho especies con relevancia epidemiológica, entre ellas Nyssomyia antunesi, Psychodopygus amazonensis y P. chagasi. Asimismo, se reportó por primera vez en Caquetá la especie Evandromyia (Evandromyia) georgii, y en Amazonas, Viannamyia tuberculata.

El proceso de identificación incluyó la fragmentación de segmentos corporales de los insectos y el análisis detallado de sus características morfológicas, apoyado en claves dicotómicas especializadas. Además, se aplicaron técnicas de biología molecular, como la extracción y análisis de ADN, permitiendo la comparación con bases de datos genéticas y generando nuevos «códigos de barras» para la fauna de la Amazonia.

Estos resultados refuerzan la necesidad de monitorear las poblaciones de flebotomíneos en la Amazonia colombiana y optimizar las estrategias de prevención y control de la leishmaniasis. La investigación, liderada por el grupo de Microbiodiversidad y Bioprospección de la UNAL, dirigido por la profesora Claudia Ximena Moreno Herrera y codirigido por el Dr. Rafael José Vivero Gómez, representa un avance significativo en el estudio de estos vectores y su impacto en la salud pública del país.

Sintomatología de la Leishmaniasis

Las personas pueden presentar úlceras no dolorosas de borde elevado en la piel: además puede afectar las mucosas, generalmente la nasal, y en la forma visceral, encontramos fiebre, abombamiento del abdomen por aumento del tamaño de órganos como el hígado y bazo.

Por lo general, los exámenes para diagnosticar esta afección incluyen biopsia y cultivo del bazo, prueba de aglutinación directa, prueba indirecta de anticuerpos inmunofluorescentes, entre otros.

Según Medline Plus, la infección por Leishmaniasis se trata con medicamentos que contienen antimonio como antimoniato de meglumina, estibogluconato de sodio, entre otros. Asimismo, puede necesitarse una cirugía plástica para corregir la desfiguración causada por las llagas en la cara (leishmaniasis cutánea).

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