La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que impacta a millones de personas en todo el mundo. Si bien los tratamientos médicos han avanzado notablemente, cada vez más investigaciones subrayan la importancia del estilo de vida en su manejo efectivo.
Según la Dra. Alma Cruz, dermatóloga, existe una fuerte conexión entre el estrés y la psoriasis. El estrés puede desencadenar o intensificar los síntomas al activar el sistema inmunológico y aumentar la inflamación. Incorporar técnicas de manejo del estrés, como meditación, yoga y respiración profunda, puede ser esencial para controlar los brotes.
Además, la dieta juega un papel crucial. Alimentos procesados y ricos en azúcares y grasas saturadas pueden incrementar la inflamación, mientras que una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y grasas saludables puede ayudar a reducirla, mejorando la salud general.
El ejercicio regular es otra herramienta poderosa. No solo ayuda a disminuir el estrés y mejora la circulación, sino que también fortalece el sistema inmunológico y puede ayudar a controlar el peso, un factor de riesgo significativo para la psoriasis.
La Dra. Cruz también señala que otros factores del estilo de vida, como el consumo de alcohol y tabaco, pueden agravar los síntomas. Las infecciones, especialmente las de garganta, pueden desencadenar brotes, y ciertos medicamentos pueden interferir con los tratamientos para la psoriasis.
Manejar la psoriasis requiere un enfoque integral que combine tratamientos médicos con cambios en el estilo de vida. Trabajar estrechamente con un dermatólogo y un equipo de profesionales de la salud permite a los pacientes desarrollar un plan de tratamiento personalizado.
La psoriasis es una enfermedad compleja que afecta tanto el cuerpo como la mente. Adoptar un estilo de vida saludable puede no solo mejorar la calidad de vida, sino también reducir la frecuencia y severidad de los brotes.
