La dermatitis atópica (DA) es una condición dermatológica común que ha sido objeto de numerosos estudios observacionales. Estos estudios, debido a su gran tamaño y precisión metodológica, suelen encontrar asociaciones estadísticamente significativas entre la DA y otras afecciones graves como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y la neoplasia maligna renal.
Dos estudios recientes han identificado un aumento estadísticamente significativo en el riesgo de desarrollar EII y neoplasia maligna renal en pacientes con DA. Sin embargo, es crucial evaluar si estos hallazgos son clínicamente significativos y si deben influir en la práctica médica.
- Riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII):
El riesgo relativo de desarrollar EII, particularmente la enfermedad de Crohn, aumenta con la severidad de la DA. En niños con DA grave, el riesgo de desarrollar enfermedad de Crohn es aproximadamente 8 veces mayor que en la población general. Sin embargo, debido a la baja incidencia de la EII en la población pediátrica (aproximadamente 1 en 10,000 personas-año), el riesgo absoluto sigue siendo extremadamente bajo. Por cada 1,670 niños con DA grave, solo uno podría desarrollar enfermedad de Crohn en un año.
- Riesgo de neoplasia maligna renal:
En adultos con DA moderada a grave, el riesgo de desarrollar neoplasia maligna renal es un 49% mayor comparado con personas sin DA. No obstante, al igual que con la EII, el riesgo absoluto es muy bajo. Para observar un caso adicional de neoplasia maligna renal, se necesitaría seguir a 12,500 pacientes con DA moderada a grave durante un año.
A pesar de las asociaciones estadísticas, el riesgo absoluto de desarrollar EII o neoplasias malignas renales en pacientes con DA es bajo. Esto sugiere que, aunque es importante estar al tanto de estas posibles comorbilidades, no es necesario que los médicos modifiquen significativamente su manejo de la dermatitis atópica basándose en estos riesgos.
De igual modo, advertir a los pacientes sobre estos riesgos podría ser innecesario y potencialmente alarmante, dado que la probabilidad de desarrollar estas enfermedades sigue siendo muy baja.
La evidencia actual sugiere que, si bien existen asociaciones estadísticamente significativas entre la dermatitis atópica y ciertas comorbilidades graves, estas no parecen ser clínicamente significativas. Los médicos deben ser conscientes de estas asociaciones, pero también deben considerar el bajo riesgo absoluto al tomar decisiones de tratamiento y al comunicar riesgos a los pacientes.
Esta evaluación subraya la importancia de diferenciar entre la significación estadística y la relevancia clínica, especialmente en condiciones dermatológicas comunes como la dermatitis atópica.